jueves, 10 de marzo de 2011

Pepucho Pérez


La afición gallística se compuso siempre no sólo de profesionales y de casteadores. Hoy todo va, cada vez más, reduciéndose a eso, y así podemos preguntarnos que quién, que no sea un casteador, va, por el simple hecho de disfrutar, a uno de esos mortíferos campeonatos de casteadores, o al “campeonato regional”.

Aparte los apostadores, estaban los que, sin nunca haber casteado, iban a las peleas por disfrutar de la belleza y la emoción de una buena riña, o por ser entusiastas de un partido al que lo unían lazos de amistad, o un sano deseo de sociabilidad. Hace unos pocos años, en Tenerife, ya nos decía Antonio “el Crusantero”, a la vista de la decadencia del público: “De aquí a unas temporadas, a las peleas sólo vendrán los galleros y los casteadores”.

En el Valle de Aridane, más que en ningún otro lado, aún es posible ver aficionados de toda la vida que apoyan (han apoyado siempre) a uno de los dos grandes partidos. Entre ellos destaco hoy a Pepucho Pérez, simpático y animoso aficionado de Los Llanos, siempre presente en la gallera y siempre apoyando a su partido.
Dos veces se habla de él en el "Diccionario Gallístico de Canarias": en el capítulo de apostadores del Valle de Aridane y por un gallo suyo (ya que también tuvo el venenillo de castear), que hizo una pelea ante otro de Arturo Rodríguez a nombre del inolvidable "Gateado", pelea tan extraordinaria que Roberto Hernández, medio siglo en los gallos, recuerda como la mejor que ha visto en su vida.

No se estila en La Palma, a semejanza de lo que ocurre en Tenerife, y a diferencia de lo que ocurre en Gran Canaria y en Lanzarote –las cosas, claras–, homenajear a sus grandes casteadores, a sus grandes cuidadores y a sus grandes aficionados. Nadie homenajea a un Arnoldo, a un Añón, a un Roberto... o a un hombre que ha sido todo un puntal de la afición como Pepucho Pérez. Lo hago aquí yo, que siempre me he maravillado con esa simpatía y ese saber estar, con esa sencillez y esa nobleza que caracterizan a muchos de los mejores aficionados que ha tenido Canarias y que es el modo de ser natural de Pepucho Pérez.