martes, 6 de diciembre de 2022

Recuerdo de Tato Reyes


Nicolás Lezcano

El pasado día cuatro de agosto nos dejó Andrés Reyes Pérez, para todos Tato Reyes, a los 79 años, tras una larga enfermedad que llevó con la discreción que le caracterizaba. Un hombre en apariencia serio y parco en palabras y sin embargo gran bromista, dechado de anécdotas con las que solía amenizar las jornadas de pechas en su querida gallera Güímar.

Tato formó parte junto con el desaparecido Gonzalo Alberto, Antonio Jorge, Agustín Delgado y Adrian Mederos, hace cincuenta años, del equipo fundador de la que es hoy una de las instituciones gallísticas más prestigiosas de Canarias, infundiéndole ese carácter de equipo, lúdico, de exaltación del compañerismo y la amistad que antes era habitual en las galleras y cuya esencia desgraciadamente hoy muchas han perdido.

Su trayectoria como casteador fue primero individual, después, en los años ochenta junto a su amigo y compañero de cacerías, Tino Darias y después su hijo Iván, como Peña Las Lajas, y más tarde, en nuestra década, hasta nuestros días, con la peña El Tonazo, junto a su inseparable Pedro Fariña, quien lo acompañó hasta sus últimos momentos. Memorables fueron sus líneas de naranjos “Carnavales” o aquellos melados tan finos de espuela en la década de los noventa.

Yo sufrí con gusto su humor socarrón en junio, cuando hicimos un desafío en su finca y no paró de hacer comentarios sarcásticos cuestionando la casta de mi gallo, y hasta del suyo.

Guardo hoy y para siempre esos momentos que ya no se repetirán, porque si algo duele más que perder a un amigo es no poder decirle adiós.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Pancho a color

Al comienzo de esta segunda etapa de Espuela y Fiscorno publicamos una foto, probablemente de 1959, en que se veía a Francisco Dorta con su discípulo Domingo Prieto soltando sus gallos. No solo era desconocida, sino que se trataba de la única foto en color que conocíamos del gran maestro de cuidadores. Ahora tenemos otra, aunque en este caso ya se había publicado en blanco y negro. Fue sacada en diciembre de 1949 o enero de 1950 (Pancho ya contaba entonces 58 años), ya que acompañó una entrevista al Músico con motivo de la nueva temporada entre Triana y San José, que acabaría siendo aciaga, al desatarse la peste aviar. Ello hizo que Pancho volviera a su isla natal para allí vivir su última etapa gallística. La foto la ha detectado de nuevo Fernando Ojeda, en este caso en las páginas de la FEDAC:


Recordemos la anterior, con Domingo Prieto, seguramente en una de las jornadas de la célebre liga regional:

lunes, 5 de septiembre de 2022

Tato Reyes, estandarte de la afición güimarera

Falleció recientemente Tato Reyes, uno de los grandes aficionados de la isla de Tenerife y uno de los puntales del partido de Güímar.

En 2011 le dediqué este artículo:

Uno de los grandes aficionados de la isla de Tenerife es sin duda Tato Reyes, a quien vemos aquí con uno de sus bonitos gallos, y en compañía de otro aficionado de toda la vida, el santacrucero Alberto Plasencia.

Tato Reyes ha encerrado siempre sus gallos en el partido de Güímar, del que es uno de sus baluartes desde hace muchos años. Sus gallos, con poca cantidad cada temporada pero, salvo los baches que sufre todo casteador, depurada calidad, han venido siempre a nombre de la Peña Las Lajas, formada por él e Iván Darias, quien por cierto lo sucedió en la presidencia de Güímar y es otro de los puntales actualmente de este gran partido.

Aficionado serio, Tato Reyes, como buen güimarero, es la hospitalidad personificada, un anfitrión siempre espléndido para los que acudíamos a la ciudad sureña (y los que siguen acudiendo) para disfrutar de nuestra afición favorita. Su franqueza y buen talante se evidencia, para quien sepa leer los rostros, en esta sencilla foto que le sacamos hace algunas temporadas.

*

Los años ruedan inexorables y en el recuerdo de quienes vamos sobreviviendo se iluminan rostros y momentos. Grandes momentos me brindaron los gallos de Peña Las Lajas, en especial sus colorados, como uno que les preparó Jorge Benítez en 1993 contra Garachico, pero aun mejores momentos son los que pasé con la afición güimarera, la más hospitalaria de todas las islas junto a la de Telde en los tiempos de Antonio Hernández, a juicio avezado de quien esto escribe. Tato Reyes era el hombre clave del partido, junto a Gonzalo Alberto, Adrián Mederos y Antonio Jorge, una peña fija (¡vaya equipo!) que lo daba todo por su partido. De él recuerdo su buen talante, que no excluía una personalidad enérgica, y la cordialidad de que siempre me dio muestra. Era un hombre frontal, sin dobleces. Recuerdo el día en que fui a ver el lugar donde tenía sus perros de caza y me enseñó un hurón, primero que yo veía en mi vida. Y los encuentros en las pechas, tanto como en las sabrosas comidas que organizaba el partido para los amigos o en los campeonatos, con la sopa de cabra y las pellas de gofio preparadas por las tan modestas como excelentes cocineras güimareras. También, en los campeonatos regionales, antes de que estos se convirtieran en una farsa federativa.

Selecciono unas cuantas fotos en que  registré a este inolvidable aficionado y casteador, que para mí fue una persona modélica, impecable

Comienzo con fotos de grupo. En la primera aparece entre Iván Darias y José Carlos Rodríguez, cuidador del partido durante muchos años (lamento no tener alguna con Jorge Benítez, el otro cuidador emblemático del partido en estas últimas décadas):


En esta, Tato Reyes aparece en un extremo y Gonzalo Alberto en el otro. Es por fuera de la casa de gallos güimarera:


Otra foto en la gallera del partido:


Aquí Tato aparece entre dos "ilustres": nada menos que Machín y Antonio Hernández, los hombres claves de los partidos de Arucas y Telde. Los cuidadores son Suso Yánez y José Carlos:


Otra foto en la valla del partido. A la derecha de Tato, Agustín Delgado, extraordinario casteador de Güímar, que en ese año encerraba en el partido de su pueblo:


Con Piquito en Los Llanos, cuando Tenerife se proclamó campeona regional. Piquito había sustituido a Jorge Benítez en el tramo final de la temporada y recibió en el Camilo León la mayor ovación del evento:


Esta foto es la más conocida: año 2000, Teguise, de nuevo con la isla de Tato campeona regional. Lo vemos al fondo, entre Gonzalo Alberto y Pedro Cabrera.


Tato Reyes, Antonio Bolaños (gracias a quien hubo peleas regulares en Güímar durante varias temporadas) y Adrián Mederos:


Por último, una foto en que el objetivo es un curioso naranjo (color muy infrecuente) de Antonio Jorge, pero que sorprende espontáneamente a Tato en el centro y el perfil de Gonzalo Alberto a la derecha:  

 

domingo, 27 de marzo de 2022

Añón contra Toño, 1974


Tampoco tengo de esta temporada información que permita reconstruirla, pero al menos sabemos que el veterano Añón ganó por una de ventaja, obtenida en la última riña. No solo debió ser indescriptible aquel último domingo, sino que debió tratarse de una gran temporada, ya que no se dieron grandes diferencias, siendo la mayor, que yo sepa, de 5 riñas a favor de Los Llanos, tras la séptima jornada.

De los programas que tengo he elegido este de la cuarta jornada, porque en él apunta la que va a ser una de las características de Toño "el Rebotallo": hacer muchas peleas con los mejores gallos que preparaba, presentando en algunas jornadas tandas excepcionales. En esto no ha habido cuidador que se le compare en los últimos cincuenta o sesenta años. En la jornada que nos concierne llevó dos gallos de tres peleas de Lope Acosta y los dos le ganaron. El giro carey aún ganaría otra más, como mínimo, y es muy probable que el gallino, si acabó en buenas condiciones, también repitiera.

Añón hizo valer su veteranía y acabó resolviendo la temporada con merecimientos, ya que siempre llevó la batuta. Una temporada que, por sus cualidades, merece ser recordada entre los aficionados de la Isla Bonita.

sábado, 19 de marzo de 2022

Añón, Toño y Arnoldo, en 1973

Como señalamos al hacer el homenaje a Añón, ya hemos comentado la temporada 1972, por lo que vamos a centrarnos hoy y la semana próxima en las temporadas de 1973 y 1974.

Entre 1970 y 1973, Añón tuvo como ayudante a un muchacho con mucho futuro: Toño Hernández, "el Rebotallo", quien inauguraría en 1977 un período arrollador, que solo puede compararse a los del "Músico". Los programas no dejaban de poner el nombre de ambos.

En 1970 cuidan en Tazacorte, pero al año siguiente se pasan a Los Llanos, donde los encontramos en esta temporada de 1973. Perdieron, pero es que Tazacorte tenía una galería increíble de gallos de Lope Acosta. Por desgracia, no tengo los programas de toda la temporada y en el de la última me falta el resultado. Helo aquí:


No sé si la ventaja de siete riñas aumentó, decreció o se mantuvo; de haber ganado Los Llanos las siete riñas, habría quedado en la memoria gallística palmera como una gesta única. Supongo que el primer gallo de Tazacorte ganaría, y si no me equivoco era "el Cochinera". Otro colorado suyo perdió su sexta, y también tuvo un gallino que ganó su cuarta. Un colorado de Miguel Martín ganó su quinta, y por parte de Los Llanos el gallo campeón fue un giro de Eligio Barreto, con cuatro. Señalemos que en los programas de la Banda se apuntaban las riñas de temporadas anteriores, lo que era un acierto.

Llama la atención lo tardío de las peleas: dos y cuarto de la tarde, lo que me recuerda a don Antonio Casañas contando cómo antiguamente se iba a las peleas después de almorzar. Otro detalle curioso es el de la publicidad de las sastrerías. Haroldo, el sastre de Tazacorte, era además un empedernido apostador. En otro programa se dice de su sastrería que "presta sus servicios durante los martes, jueves y domingo de cada semana en Argual (frente a la Plaza)".

Los programas, como ocurría desde los años 50, los imprimía la Imprenta Alcóver de Los Llanos. Tuve el placer de conocer a su último propietario, don Pedro Valiente, quien fumaba puros desde que salía de la casa por la mañana hasta que volvía por la tarde. Sobre las leyes antitabaquistas, que entonces hacían sus pinitos, me dijo: "Lo que tengo que decirle a la ministra es que mi cuerpo es mío". A partir de marzo del año 2020, el Estado no solo olvidaría que el ser humano es soberano de su cuerpo, sino que borraría también de la memoria que no se encierra a gente sana, que respirar nuestros deshechos nos enferma, que tenemos un sistema inmune y que la libertad no se entrega por un carnet.

Por Tazacorte aparece como cuidador el gran Arnoldo, pero quien había comenzado es el grancanario Luis Guerra. Arnoldo lo sustituyó en la jornada sexta, cuando Tazacorte llevaba 2 a su favor y acababa de ganar por 5-2. Arnoldo empata a 3 e inmediatamente gana por una decisiva mantilla ("cerdón"), llegando a distanciarse en 10 riñas más adelante.

En esta temporada volvió a hacerse la liguilla Tazacorte-Los Llanos-Capital. Ganaría la Capital, pero a los partidos de la Banda lo que le interesaba era su propia contrata histórica. Un año después surgiría la gallera Nueva, y ya pelearían la Guerra y la Nueva, como hasta actualmente, un poco reanudando las batallas entre los partidos de Arriba y Abajo.

Seguiremos con la temporada 73-74, en que Añón y Toño se enfrentaron, pasándose Arnoldo a la gallera Nueva, donde también ganó brillantemente. Año de debut de Toño y una gran temporada, como era habitual entre bagañetes y llanenses.

domingo, 13 de marzo de 2022

Añón León, cuidador de Los Llanos

Hace una semana falleció, a edad provecta, Añón León, aficionado muy querido de la isla de La Palma, donde hizo temporadas magníficas como cuidador a lo largo de los años 60 y 70. Casteaba también, con sus hermanos Maso y José, y además era una persona excelente, sencillo y de un talante afable. Muchas historias hubiera podido contar, siendo una lástima que yo, tras la muerte de José Luis Melquiades, haya dejado de ir a La Palma, ya que Añón habría sido un capítulo infaltable en un libro de testimonios gallísticos de aquella isla a lo largo de los últimos sesenta o setenta años. Y es que Añón, aún muchacho, no solo se inició en gallos nada menos que con don Pepe Melquiades, el hombre que más sabía de gallos (junto con don Saturnino) en todo ese hervidero gallístico que era y es la zona de La Banda, sino que fue corredor de Pancho en el partido tinerfeño de San Cristóbal, lo cual significaba graduarse en la mejor cátedra gallística que existía a nivel mundial.

Con su hermano o solo, ya hizo temporadas memorables a fines de los años 60 y principios de los 70, en particular las de 1968, 1969 y 1970 en Tazacorte y las de 1972, 1974 y 1976 en Los Llanos, todas ellas victoriosas. Retirado en los años 80, aún volvió en 1997, cuando, de nuevo al mando del partido bagañete, consiguió doblegar al invencible Quico Acosta.

En las temporadas de 1969, 1970 y 1976, llevó gallos a la isla de Tenerife, haciendo un gran papel, sobre todo en la de 1969 ante Pablo Amador en su feudo del Norte, peleas electrizantes de que hemos hablado con detalle aquí mismo; en la de 1970 le ganó a San Cristóbal por 4-2 y una tabla y empató a 3 con La Espuela, donde cuidaba Domingo Prieto, y en la de 1976 le ganó por 4-1 y dos tablas a su paisano Miguel Acosta, que estaba en el Norte. En próximas comunicaciones abordaremos sus temporadas del 73 y el 74, ya que dispongo de algunos programas de ellas (la del 72 ya ha sido comentada también, aquí).

*

Hoy nos centramos en un pequeño álbum fotográfico de nuestro tan estimado Tiranión León Sánchez, que era su nombre completo.

En la primera imagen, es aún un muchacho, y aparece con Zacarías Castro y Arnoldo Pérez, quien se convertiría en otro gran cuidador de Los Llanos. La foto debe ser en la gallera de su pueblo, cuando estaban a las órdenes de don Pepe Melquiades, a mediados de los años 50:


La siguiente sonriente foto está incluida en un panel de fotos de cuidadores que hay en la gallera de Tazacorte, pero también está en la gallera de Los Llanos:


Esta interesantísima foto lo muestra junto al cuidador tinerfeño Carmelo Acosta y de nuevo Arnoldo, pasados ya algunos años, o sea ya en la década de los 60:



Otra valiosa fotografía, en el patio de la gallera de Tazacorte, que se había hecho en 1964-1965. Aquí estamos en 1967, y aparecen Marcelino el camellero y de nuevo Carmelo Acosta, pero el principal interés está en el joven de la derecha, que no es otro que Toño "el Rebotallo", quien hizo sus primeras armas gallísticas con Añón:


Aunque reproducida en el DGC y no aparezca en ella Añón, esta antológica foto merece ser mejor vista. Temporada de 1968. Tazacorte, con los hermanos León, le da una cuerada a Los Llanos y se festeja por todo lo alto, con caballos fufos... y gallos fufos, haciendo honor a una de las más castizas tradiciones palmeras y de Tazacorte en particular. En primer plano, con la cinta de campeón, Maso, a la derecha "el Rebotallo" y con un puro Silo Acosta, gran casteador de la Villa y Puerto.


Una instantánea en Lanzarote, cuando Añón se había puesto como un barril (algo adelgazó luego, durante su última etapa de cuida):


Esta foto la saqué yo, en la temporada de 1998, cuando su hermano Maso cuidó y ganó, muy brillantemente, en La Espuela. Aparecen Añón, Carmelo Acosta, Maso y Mario José Robles, el gran aficionado del Norte. Foto con algo de trágica, ya que Masso, con solo 56 años y en plenitud de facultades aún, moriría repentinamente tan solo cuatro meses después.


Añón se proclamó campeón de Canarias en tres ocasiones. 1997, 1999 y 2001. Las tres fotos que cierran este homenaje  pertenecen a junio de 2001, en la gallera del López Socas (hoy llamada con toda ridiculez "centro de calificación del López Socas"). En la primera levanta el trofeo con "el Rebotallo", Nerín y Fisio. En la segunda aparece con los aficionados de su isla. Y en la tercera tuve la feliz idea de retratarlo por fuera de la gallera junto a José Luis Melquiades y Esteban Hernández.



sábado, 19 de febrero de 2022

Tenerife, 1975


Juan Antonio Díaz, buen amigo, aficionado y casteador del Valle de La Orotava, nos ha enviado algunos programas entre los cuales este, que nos va a valer para un viaje a la temporada de 1974-1975 en la isla de Tenerife, pero sin olvidar al resto de nuestras islas gallísticas. 

El programa ofrece para mí el interés de ser el único que paso a tener de dicha temporada por lo que respecta a la contrata de ocho jornadas que se celebró entre los partidos de Güímar y el Norte. Si hay un año dorado de la afición sureña es sin duda este, ya que no solo Güímar derrotó al Norte sino el partido Sur al de La Espuela. ¿Quiénes cuidaban en estos dos partidos güimareros? Nada menos que Pablo Amador en Güímar y Domingo Prieto en el Sur, dos de los más preclaros discípulos del "Músico", que hacía años tenían sus partituras ya bien aprendidas.

Gonzalo Alberto, inolvidable motor de la afición güimarera durante décadas, y que si existe justicia poética estará casteando gallos en los parajes celestiales, recordaba siempre con entusiasmo el fulgurante paso por la gallera de Pablo Amador (Paolo, lo llamaba él caprichosamente). Delante tuvo un partido más poderoso y que cuidaba Anastasio Acosta, su ayudante en el partido de San Cristóbal durante las temporadas de 1966 y 1967 y a quien se había enfrentado ya en 1974, suspendiéndose las riñas entre Norte y La Espuela por un problema de pesas, que es lo que explica que en este año "extraño" La Espuela y el Norte peleen con los partidos de Güímar, saliendo ambos mal parados y demostrándose una vez más la importancia del cuidador de categoría, capaz de sobreponerse a una casa de gallos más potente, como había demostrado Pancho en muchas ocasiones y sobre todo en las temporadas en que estuvo al frente de Triana y de La Espuela.

En la primera jornada, Güímar obtiene una mantilla y en la segunda amplía la ventaja a siete riñas, pero luego el Norte logró reducir a tres riñas, que Pablo dejará finalmente en cuatro, por lo que se vio una temporada emocionante. En esta jornada quinta pelearon dos gallos que ganarían en total tres riñas: el colorado de Aquilino Pérez Peraza por Güímar y el de los señores Acevedo por el Norte. Otro gran gallo tuvo Anastasio: "el Rubio" del aficionado orotavense Pepito el Canario (José González Pérez), que ganó otras tres. Aunque la siguiente jornada se anuncia también en el Parque de San Francisco, suponemos que algunas jornadas se celebrarían en el Cine Los Ángeles de Güímar, pertenencia de Jaime Almeida, eterno aficionado de aquella localidad.

Pablo Amador recreándose en uno de sus gallos

Por su parte, el Sur y La Espuela disputaron dieciséis jornadas, en el Cine Los Ángeles y el Palais Royal de Santa Cruz. En La Espuela comenzó Antonio Salud, que se marchó a la primera jornada (no es la única vez que hizo algo parecido), sustituyéndolo Carmelo Acosta. Domingo ganó la primera jornada por 4-3 y ya no perdió nunca la ventaja, que llegó a ser de 9 riñas para quedarse al final en 7. No hubo ni mantillas ni capotes, por lo cual en cierto modo también fue una temporada disputada, sobre todo si tenemos en cuenta que de 5 riñas logró Carmelo reducir a la mínima ventaja. Pero el triunfo de Domingo fue espectacular, dada la potencia de la gallera capitalina, que tenía a su plana mayor y a la que al final le llegaron refuerzos de unos gallos muy buenos de don Agustín Cabrera que Julián Castillo trajo de Las Palmas. Por Güímar comenzaron a afianzarse aficionados que serían clásicos: Antonio "el Cenizo", Agustín y Mederos, los hermanos Alberto, Manuel Delgado, Antonio Pérez. En el programa que tengo, de la jornada once, encontramos al giro de Manuel Díaz propiedad del Cenizo, que ganó este día y volvió a ganar dos veces más, proclamándose campeón de la isla.


Por último tenemos una verdadera curiosidad, reveladora del buen humor de la afición gallística:


La finca del Pilarito era de Horacio Pulido, quien organizaba estas peleas con sus amigotes, como ya en los años 80 creará la Peña La Vica para celebrar festejos similares, teniendo como cuidador al mismo Manuel González Acosta que le preparaba los de estos desafíos. No sé si el cuidador y secretario técnico de la Selección Insular es Pérez Jiménez por alusión al presidente de Venezuela, un gran aficionado a los gallos que quiso comprar el Perillón y que tuvo a sus órdenes al "Foño"; como su hermano Antonio andaba por Canarias, quizás pusieron su nombre. La broma de la Metro-Goldwyn-Mayer es una alusión a Asdrúbal Bethencourt, quien trabajaba para esta casa cinematográfica. Y la dirección de Madrid era la del despacho del abogado Encinoso, con quien Horacio Pulido casteaba desde los años 50. Nos fijamos también en los gallos a nombre de las mujeres de los aficionados y sobre todo en este pinto de Pérez Ascanio que se hace nada menos que con su octava victoria. La Selección Insular ganó la primera, la segunda, la cuarta, la quinta, la sexta y la séptima, y la Gallera Pulido la tercera y la novena, siendo pues tablas la octava. Otra cuerada para la Gallera Pulido.

*

En Tazacorte, Miguel Acosta, con extraordinarios gallos de Lope Acosta de cinco y siete riñas, entre ellos "el Cochinera" y el "Cara Sucia", y otros gallos de bandera, le sacó 23 riñas a Añón, y en la Guerra Roberto Acosta 19 a Arnoldo, quien había ganado el año anterior, primero de la gallera Nueva. Hubo gallos aún hoy recordados: los hijos del "Minuto" casteados por Adelto Lorenzo, "el Pararrayos" de Antonio y Juvenal (que ganó su quinta), "el Guapo" de Cabrera y Lugo...

Gran Canaria intentaba levantar cabeza, tras la desaparición del Cuyás. Domingo "el Boyero", con Justo González Ramos, le daba a Arucas otro triunfo sobre Las Palmas, donde comenzó Quico Pérez para seguir Enrique Artiles (nieto del "Moño"), No fue una buena temporada y seguían las quejas por no encontrar buenos lugares para pelear. Lástima porque buenos gallos había: de Domingo Díaz, de Argeo Hernández, de don Ramón Rodríguez por Arucas, y de don José Araña, Eulogio Ojeda, los hermanos Rojas Mateo, Miguel Jiménez Jorge, los hermanos Falcón o Pedro Cárdenes por Las Palmas. Las crónicas registran dos peleas sensacionales: entre un melado de Pedro Cárdenes y un canabuey de Juan Medina y la quinta, soberbia, que ganó un extraordinario gallino de don Ramón Rodríguez, quien en aquellos años era, con Lope Acosta, el casteador más grande de las islas.

Telde celebró ocho jornadas con Gáldar, y ya resurgía la afición, tras quince años sin actividad, gracias al tesón de Antonio Hernández. Tuvo de cuidador al "Moño", quien ganó cómodamente, con un capote en la tercera jornada.

En Lanzarote vivieron una de las siete temporadas entre Adolfo "el Pichón" y Alejandro Niz. Si en la primera ganó este por 12 riñas y entablaron en la segunda, en esta gana Adolfo por 2 riñas (posteriormente, Adolfo ganaría cuatro veces, entablando una). También la prensa se quejaba de los lugares en que transcurrían las peleas: el viejo Teatro Municipal de Teguise y un almacén de guaguas en Arrecife. Las peleas fueron muy buenas, y la temporada tuvo un final peculiar. Adolfo en Teguise lleva 5 de ventaja y Arrecife trae gallos de los Acevedo y Pérez Ascanio para las dos últimas jornadas. Hay tablas en la penúltima y Arrecife gana por 5-2, estando en un tris de la mantilla. Se dijo que Teguise ganó por 5 riñas (jornadas 1-8) y Tenerife por 3 (jornadas 9 y 10). En la última jornada se lucieron un gran colorado de Vicente Guerra y dos giros de los señores Acevedo. Adolfo tuvo también un par de gallos extraordinarios de don Ramón Rodríguez.

Alejandro Niz y Adolfo Santana
brindaron grandes temporadas a la afición conejera

sábado, 29 de enero de 2022

Una entrevista al "Foño" en 1946

Pedro Pérez Brito, conocido en la afición gallística como "El Foño", fue uno de los más grandes cuidadores de la isla de La Palma. Fue genio y figura, un personaje muy ocurrente y original, algunas de cuyas anécdotas he contado en el DGC.

En su entrada del diccionario, hay que añadir un par de datos. El primero se refiere a la extraordinaria temporada contra Pedro Dorta en Tenerife, cuidando este en el partido Sur de Santa Cruz y "el Foño" en La Espuela. Ganó Pedro Dorta por una riña, pero debe señalarse que en La Espuela comenzó Antonio Salud, y que cuando cogió "el Foño" el partido tenía 6 riñas en contra. En segundo lugar, supimos que "el Foño" estuvo como ayudante de Pepe Palmero en el partido de Abajo, la primera de las tres gloriosas temporadas de Pepe en este partido. Quizás empezó también la segunda, por lo que ya estamos en 1954, una fecha en que ya poco le quedaba de vida.

Las dos temporadas del "Foño" contra Pancho en Santa Cruz de La Palma se cuentan entre las mejores de todos los tiempos en aquella isla. En la de 1945 ganó "el Foño" por 4 riñas, pero en la siguiente ya Pancho, sin novatadas, pudo sacarle nada menos que 19. Esta entrevista en el Diario de Avisos pertenece a esa segunda temporada, y aunque "el Foño" aún se muestra esperanzado, ya tiene una desventaja de 11 riñas, que no haría sino aumentarse.

domingo, 23 de enero de 2022

La Palma, 1904

En el año 1904 había muchos periódicos en Santa Cruz de La Palma, incluso más que en 1927, la temporada de que hablábamos hace una semana.

En El Heraldo volvía a firmar grandes crónicas Seyers, mientras que en Crónica Palmera lo hacían el Gallo de Pasión y el Gallo de San Pedro, siempre con muchos versos por medio.

Fue otra temporada de gallos de mucha fama, como "Brindis de Sala", "Etiqueta", "Brillante", "Papujo", "Pata de Palo", ·"Tabaiba", "Bólido", "Buen Vino" y "Guindilla". Se peleaban como de costumbre gallos de la Banda, pero también de Las Palmas. Una de las jornadas enfrentó al "Golfo" de cinco riñas de Aridane contra "Relámpago" de Las Palmas, que acabó con su trayectoria.

Sorprendente es la siguiente crónica del Gallo de la Pasión, ya que nos descubre haciendo trampas con la pesa nada menos que a don Pedro Cuevas Pinto, el principal aficionado del partido de Arriba. Pero la cosa se toma con humor y se resuelve a las buenas, al contrario de lo acostumbrado:

Peor fue en mis últimos años de aficionado ver, en la gallera del partido de La Espuela, cómo de pronto venían los gallos ya pesados del salón, sin que ningún aficionado de los antiguos ni rechistara. La "moda" no perduró, pero sí que me cuentan utilizan hoy pesas modernas, lo cual es una perfecta estupidez y otra patada a la tradición. No me opongo a innovaciones con sentido, y en este caso de las pesas qué mejor solución que seguir con el sistema de siempre y, para el caso de una duda, resolverla en un paripé con las pesas modernas.

También de Crónica Palmera es este recorte sobre un gallo huido. El Pitera a que se refiere es Manuel Pitera, famoso cuidador de Tazacorte, que le ganó en 1902 nada menos que al gran don Rafael Caballero, cuidando este en Los Llanos, su pueblo.

Por último, aunque ya lo hemos publicado una o dos veces, he aquí el antológico poema aparecido en Crónica Palmera el 2 de marzo, lleno de términos gallísticos. La mayoría siguen vigentes, otros ya no se usan (como "degüello de espuma", o sea un degüello superficial) y de alguno no tenemos ni idea (en concreto "descorbo").

domingo, 16 de enero de 2022

La Palma, 1927

Veamos hoy dos portadas del Diario de Avisos del año 1927. Entonces este era un periódico de palmeros para palmeros; hoy es un pasquín abyecto al servicio de las élites financieras especializado en mentir, manipular y aterrorizar a la población canaria. Entonces informaba de las peleas de gallos en su primera página; hoy hablaría de gallos tan solo para denigrar a esa afición.

Francisco Lugo se salta esta temporada en su libro sobre los gallos en Santa Cruz de La Palma, algo poco comprensible cuando disponía de mucha información no solo en el citado periódico sino en el titulado La Lucha (¡dos periódicos independientes en la capital palmera  en 1927... y luego nos hablan de "progreso"!).

Las dos crónicas que presento las firman "La vida es un chinchorro" y "Gallicida", pero también hay crónicas de "Ballena", "Un miope", "Virgilio", "Varajunda", "Aniceto" y "Ya me pagarás inglés". Supongo que al final serían dos o como mucho tres cronistas, cambiando de firma. Pero algunos de los seudónimos son en verdad impagables.

Esta temporada no se celebró en el Circo Marte, sino en el Parque de Recreo. A la vez, como en la temporada anterior, existía el partido del Centro, que peleaba con el de La Aldea, de Argual.

La primera crónica corresponde a la sexta jornada de contrata, y en ella pelearon tres gallos famosos: "el Barajunda", que ganó su tercera siempre haciendo honor a su nombre y sería un gran gallo de casta, "el Banderita", que ganó su tercera, y "el Cabeza de Perro", que sucumbió a pesar de ser "celebérrimo". Entre los casteadores aparece uno de los grandes de La Palma: don José Ramos Ferraz.

Abajo ganó por 3-2, y al final sacaría 8 riñas de ventaja, con un cerdón (5-0) en la última jornada. Su cuidador era Rosendo Hernández (como el famoso jugador y entrenador, que era también de Santa Cruz de La Palma, y váyase a saber si hasta no era su hijo), más conocido por "Gangarria". Debía ser un muy buen cuidador, ya que dos años antes había doblegado nada menos que al "Foño". Sabemos, eso sí, que tuvo muchos gallos de Tazacorte.

La crónica de "Gallicida" nos lleva a unas peleas de fin de temporada entre una coalición de la Banda y el partido de Arriba. Gana Arriba por 5-2, o sea que mientras en la capital se peleaban diez gallos, para estas riñas subían a la valla catorce, que era lo que se hacía en las Las Palmas y Tenerife. Aquí el nombre que destaca es el de don Saturnino Pérez, de Tazacorte, seguramente el más grande aficionado y casteador que ha tenido la Isla Bonita, si bien la pelea estelar fue la tercera, como verá el lector. Se nos dice también que, por su parte, el partido de Abajo peleará en Argual con la coalición de la Banda



p.s. Por curiosidad miro una foto de Rosendo Gangarria, en la página 21 del libro de Francisco Lugo, y sí que se me quiere parecer al inolvidable Rosendo Hernández, uno de los mejores futbolistas de la isla palmera y gran entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas; a su lado, sentado, don José Ramos Ferraz, cuyos fabulosos gallos serían maravillosamente cuidados por Pancho y por Pepe Palmero:

sábado, 8 de enero de 2022

Campeonatos de casteadores

Francisco Abreu y García

Francisco Abreu y García  nació en 1861 y murió en 1912, con solo 51 años. Fue una figura política y médica muy importante para la sociedad palmera, que lo recuerda en una calle de la capital.

Estudió en La Laguna y luego en Sevilla y Madrid, convirtiéndose en 1890 en licenciado médico y cirujano. Ejercería en su ciudad natal, llegando a ser muchos años director del Hospital de los Dolores, donde llevó a cabo infinidad de operaciones. Fue conocido como "el amigo de los pobres", ya que no solo visitaba gratuitamente a los enfermos necesitados, sino que hasta les dejaba el dinero para los medicamentos de que precisaban.

En el terreno cultural, Francisco Abreu creó la sociedad La Unión, que celebró el primer certamen literario de Canarias, y fundó un periódico con el mismo nombre. También inauguró la primera biblioteca pública de la isla de La Palma, e impartió numerosas conferencias.

Tenía una quinta en El Brezal (Breña Alta), donde criaba gallos. Y es que fue un enorme aficionado a los gallos finos. Él fue quien hizo la casa del partido de Abajo, a fines de siglo. Fue jefe de valla, soltador y casteador, y tuvo muchos gallos famosos, de nombres pintorescos: "el Antifaz", "el Asesino", "el Ranchero", "el Molinero", "el Peón", "el Buen Vino", "el Albéitar" y "el Agua de Malva". En la temporada de 1904, hubo una jornada en que pelearon cinco gallos suyos, o sea la tanda completa, ya que antiguamente, como es sabido, se casaban cinco gallos por jornada en La Palma. Este resultado de 5-0 era conocido como "cerdón".

Cuando Alfonso XIII, el Borbón de turno, visitó a La Palma en 1906, después de haberse entretenido tirando al pichón en su barco asistió a dos peleas en el Circo de Marte, soltando los gallos don Francisco Abreu y, por el partido de Arriba, don Pedro Cuevas Pinto, que era un prestigioso abogado posteriormente muy beligerante con la dictadura de Primo de Rivera. Ambos iban vestidos de chaqué. A uno de los gallos ganadores, en un combate de seis minutos, lo bautizaron "Alfonso XIII"; volvió a ganar varias peleas, hasta que acabó perdiendo con otro gallo al que rápidamente pusieron "la República".

sábado, 1 de enero de 2022

Un reportaje sobre Álvaro Tapia

Álvaro Tapia fue uno de los mejores aficionados a los gallos que ha tenido la capital tinerfeña. Venía de familia gallística y yo lo traté al final de su vida, facilitándome material muy valioso para el trabajo que yo estaba haciendo. Era persona simpática y cordial. Nos reunimos varias veces en una terraza de la Plaza de la Paz, cerca de donde él vivía. Lástima que ya estuviera enfermo, y recién operado, porque hicimos franca amistad. Al poco tiempo, el 12 de diciembre de 2006, moría con 84 años, sin llegar a ver el DGC, donde se le hacía justicia.

Sin ser un gallero de élite, Tapia tuvo sus triunfos. Afirmaba soñar con los gallos, que no solo cuidaba sino también criaba. Recientemente lo nombrábamos aquí, a propósito de sus temporadas en el Norte. He aquí un curioso anuncio de unas peleas contra Pancho, que tuvieron cuatro jornadas. En las anunciadas por el pasquín, celebradas en el Teatro Viana de La Laguna, quedaron 3 y una tabla.


Veamos ahora este programa de 1959, cuando acabada la temporada celebraron un desafío los partidos de San Cristóbal y el Nuevo de Tapia. En el partido lagunero cuidaba el veterano "Caballerito", pero Tapia se impuso por 5-2, ganándole los cinco primeros gallos. Casteaba él entonces con Luis Martín, peleando ese día cinco gallos suyos. San Cristóbal no podía quejarse de nombres ilustres entre sus casteadores: don Silvestre Carrillo, de Santa Cruz de la Palma, don Manuel Álvarez Peña, de Las Palmas, don Eduardo Pérez Ascanio, don Florencio González... Este programa nos recuerda otro de los espacios laguneros en que se celebraron peleas: las Galerías de la Calle Carrera, en pleno centro de la ciudad, como el Teatro Viana (de un lugar a otro no debían tardarse ni dos minutos).


De otro gran triunfo de Tapia, sobre Domingo Prieto, hablamos en otra crónica. Corresponde al año en que cuidó en Teguise, donde dejaría buenos recuerdos.

Y por fin he aquí el reportaje que le dedicó La Opinión en el año 2000, y donde habla de su trabajo como ebanista y, por supuesto, de su afición a los gallos: