domingo, 30 de mayo de 2021

Lanzarote 1987 y los gallos de Lope Acosta

La temporada de 1986-1987 fue excepcional en la isla de Lanzarote, todo lo contrario de la anterior. Adolfo Santana (“el Pichón”) repetía en Teguise, pero ahora frente a un gallero de gran categoría, a pesar de que solo estaba iniciando su trayectoria, Quico Acosta. Se pelearon muchos gallos de la isla, el público volvió y solo en la última jornada se resolvió la contienda.

Presidía el partido de Arrecife Pedro Rodríguez, y el de Teguise Juan Delgado.

Tras varias temporadas en Tías, esta se celebró en el Centro Social Cultural Deportivo de Teguise. A mitad de temporada, un aficionado le escribía a Pablo Amador: “Esto por aquí está emocionante, ya que la cosa está reñida este año. Creo que hay unas apuestas del carajo, ya que aquí en Lanzarote hay por lo menos tres mil palmeros trabajando”.

En el semanario Lancelot hubo buenas crónicas de Fecele, entre las que seleccionamos la correspondiente a la mejor jornada, que fue la quinta, considerada la mejor de los últimos 25 años:



Los dos cuidadores se comportaron como señores toda la temporada, y en la última jornada, al proclamarse campeón Teguise, Quico felicitó a Adolfo y este a su vez levantó la mano del joven cuidador tazacortense. Subráyese que ambos eran discípulos del último gran cuidador clásico de Canarias, el citado Pablo Amador.

El gallo estrella de la temporada fue el colorado de Lope Acosta a nombre de Juan y Montelongo, es decir de Juan Bautista y Bernardo Montelongo, quienes casteaban en Teguise por estos años. Este gallo es el que aparece en la crónica reproducida encabezando la tanda de Teguise, con el peso de 4-4, y es el que vemos en esta conocida foto en manos de Adolfo, quien se la mandó a La Palma a don Lope:



En el I Campeonato Regional, celebrado en La Palma poco después, este gallo le ganaría en gran pelea a un colorado de don Agustín Cabrera por Gran Canaria. Y según mis datos, todavía ganaría dos riñas más, en 1988.

Adolfo tuvo gallos excelentes de Domingo Ramírez y Felipe Villalba, de Díaz y Pérez y de Manuel Tavío, aparte los de Lope Acosta. Y Quico de los hermanos González Díaz, de Zenón Borges, de Eustaquio Acosta, de los hermanos Negrín y de los hermanos Coll.

Al año siguiente, Adolfo se iría a Arucas y Quico le ganaría con facilidad a su paisano Arnoldo. Por desgracia, con Quico por tercer año en Arrecife, la temporada se suspendería al final por las típicas disputas en las pesas. Aquí vemos al cuidador palmero con la motillo con que se desplazaba:



*


Mientras, en la Banda, Toño “el Rebotallo” proseguía su racha asombrosa, ganando por onceava vez consecutiva (récord absoluto en toda la historia gallística de Canarias), y repitiendo en Tazacorte. Nada menos que 20 riñas le sacó a Roberto, que era un muy buen cuidador. Pero lo que quiero destacar aquí es que si Lope Acosta se consagraba con su colorado en Lanzarote, aquí con Toño hizo su “Embalado” cuatro riñas este año, que se sumaban a las dos de la temporada anterior. Especialista en repetir gallos, a Toño le hicieron este año su quinta un blanco del Venezolano y un melado de Antonio Gómez Camacho y su cuarta un colorado también del Venezolano y “el Etarra” de Díaz y Pérez. No es que a Los Llanos le faltaran grandes gallos, y un colorado de los hermanos León ganó su cuarta y dos fantásticos gallos su tercera; “el Machete” de Neno Pereira y “el Loco” de Pepín. Este último, un retinto, aún ganaría dos más al año siguiente. Aquí vemos al “Loco”:



“El Embalado” era propiedad de los Hermanos Acosta Martín, y aquí lo vemos en manos de don Lope:



Lope Acosta fue uno de los mayores casteadores de Canarias a lo largo de todo el siglo XX. Por algo aprendió de don Saturnino, lo que le permitió destacar con gallos desde los años 40. Pero sus grandes décadas fueron los 60, los 70 y los 80. Sus gallos que hicieron época se cuentan por decenas, y aquí apretadamente podríamos nombrar al “Mala Uva”, el “Cochinera”, al gran giro que le peleó Pablo en el Norte, al retinto de Bernabé Marcelino, a los “cara sucias”, al “Trapecista” o a los “embalados”, ya que hubo muchos “embalados”: un hijo del que peleó Toño este año ganó otras siete peleas y un nieto repitió la proeza, prosiguiendo esta casta durante mucho tiempo (por ejemplo, de los embalados procedía el gallino pinto “el Sheriff”, del inolvidable aficionado Israel Riego, otra bellísima persona con quien yo hice amistad en Los Llanos).

Don Lope era un aficionado respetadísimo por toda la afición canaria, por su saber y por su persona. Un detalle curioso es que era el único aficionado de Tazacorte que podía visitar la gallera de los eternos rivales de Los Llanos, en la pretemporada.

Los casteos de don Lope los seguiría su hijo Manolo Carracote y finalmente el yerno de este, Nesmel Acosta, hasta el presente. Veamos esta curiosa foto del “Trapecista” (creo que llamado también “el Leopardo”), ganador de cinco peleas y que entraba él solito en el jaulón:



Y esta otra, preciosa, del “Cara sucia”:



los embalados

domingo, 23 de mayo de 2021

Tenerife, 1987

 

Este año siguen las contratas Norte-Espuela y Garachico-Güímar.

Francisco Falcón vuelve por sus fueros y le gana sin dificultad al palmero Lilo. No se trató pues de una temporada destacada. En la jornada del programa que presentamos, que es la última, ganó el Norte por 5-2, dejando la ventaja en 17 riñas. La Espuela solo ganó en tres ocasiones, pero no hubo ni mantillas ni capotes, o sea que una vez más la base del triunfo del cuidador aruquense fue la regularidad.

En la lista de La Espuela, no hay sino nombres ilustres, con predominio de los palmeros: Díaz y Pérez, Lope Acosta, Antonio Rodríguez (que no sé si este año era ayudante en La Espuela o en Garachico) y Arquímedes Acosta. Completan Luis Pérez de Castro, Juan Díaz y la legendaria Peña Gallardete, que surgida en los años 70 llegaría hasta muy recientemente con ese fabuloso aficionado que era Eusebio Luzardo. El gallo de La Espuela que tuvo más peleas fue un retinto de El Policía, con tres, y hubo también buenos gallos de Alfredo Martín, Manuel Espejo (soltador del partido), Horacio Pulido, etc.

Por el Norte tenemos los gallos clásicos de Pérez Ascanio, Luis Machado y Manuel de León, que por sí solo se bastaban para mantener una casa de gallos que además enriquecían fieros gallos de las peñas Los Realejos y Las Tapias. Dato curioso es que este año peleara Manuel de León un giro real, pluma que se vería cada vez menos. Y otro el hecho de que Luis Machado presentara un gallo... argelino. El giro real era además un buen gallo, ya que ganó cuatro riñas, al igual que un semigallo de Herminio Barrero y un giro carey de Pérez Ascanio.

Si el programa anuncia un domingo siguiente en el cine de Santa Úrsula, es porque se celebraba un desafío entre las dos galleras triunfadoras, imponiéndose Güímar por ventaja.


Vemos cómo en Güímar repite cuida y triunfo Anastasio, ante un Fisio que se sigue curtiendo y preparando para su gran época de la década siguiente. Si Anastasio ganó por 14 riñas, tampoco fue una temporada muy desnivelada: no se dieron ni mantillas ni capotes y Garachico se impuso en cuatro ocasiones, entre ellas la de esta jornada (5-2)    .

En esta jornada ganó su segunda riña el carnaval de Peña Las Arenas, que se proclamaría con cuatro campeón de la temporada. Por Güímar, el de más peleas sería un jabado de los Tres Amigos.

En la lista de Garachico no falta el doctor Filiberto López, quien pone su canabuey a nombre de Cirilo Rolo, un hombre de raízes gallísticas garachiquenses, pero que destacaría sobre todo por su afición a la cacería, siendo aún dignos de verse los cuadros que ornan el restaurante del campo de tiro de Ravelo. Por Güímar, no faltan Eusebio Mora, Agustín Delgado y don Alonso Lecuona, y entre los propietarios Gonzalo Alberto y Vicente Fariña, en cuyo bar del puente de Guaza pasé yo infinidad de momentos inolvidables, antes y después de las peleas.

Este fue el primer año del Campeonato Regional, dedicado a Pancho y celebrado en La Palma con triunfo de la isla anfitriona. Tenerife perdió por 4-2 con La Palma, pero quedó tercero al ganarle por 5-2 a Gran Canaria, brillando los gallos de Víctor Barreto, Álvaro Tapia y Pérez Ascanio.

sábado, 15 de mayo de 2021

Francisco Dorta, octubre de 1961

Esta entrevista a Pancho el Músico, realizada por el periodista futbolístico Tinerfe, fue publicada por El Día con fecha de 27 de octubre de 1961. Muestra cómo Francisco Dorta fue el cuidador de gallos que más trascendió el mundo de su profesión, o mejor dicho de una de sus dos profesiones, ya que, como es bien sabido, a la vez fue músico de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife.

La entrevista es muy jugosa. Añadamos que Pancho se enfrentó a su maestro Adolfo Ganges en dos temporadas, la segunda de dieciséis riñas y la primera seguramente con la misma cantidad, por lo que ha de corregirse lo de que se enfrentaron en “unas doce riñas”.

Los dos gallos que recuerda como los mejores que tuvo son “el Capote” del doctor Ángel Capote, peleado en La Espuela en 1923 y 1924, y el canabuey de Antonio Falcón, en Triana la temporada de 1936.

En esta temporada 61-62, Pancho cuidó en La Espuela frente a San Cristóbal, ganándole por 16 riñas a su discípulo Pablo Amador, que fue sustituido al final por su viejo rival Domingo “el Boyero”.




sábado, 8 de mayo de 2021

Los gallos de Julio Viera

Julio Viera, Pelea de gallos

El 17 de diciembre de 2009 publicó La Opinión este artículo de don Antonio de Bethencourt Massieu, uno de los pocos intelectuales de verdadera talla que le quedaban a estas islas y que, como es bien sabido, dedicó un estudio excepcional a las riñas de gallos canarias durante el siglo XVIII. No por acaso él era sobrino de Rafael Massieu de la Rocha, extraordinario aficionado que se nos aparece en una foto de los años 40 entre Francisco Dorta y Pepe Palmero, los más grandes cuidadores canarios de todos los tiempos.

El ilustre historiador dedicó este artículo a su paisano el pintor Julio Viera, quien, debido a sus extravagancias geniales, en efecto, no ha disfrutado de mucha simpatía por parte de la sociedad burguesa canaria. Pero lo que nos interesa es el cuadro de Julio Viera que elige Antonio de Bethencourt para acompañar su artículo: dos gallos muy bien pintados, magistralmente captados en su revuelo de combate, que él sitúa en la playa de Las Canteras con fondo del Teide, para simbolizar el llamado “pleito insular”.

sábado, 1 de mayo de 2021

Lanzarote, 1996

Este reportaje apareció en la revista Lancelot en 1996, tras el X Campeonato Regional, que ganó la isla anfitriona. Incluye pequeñas entrevistas a Adolfo Santana, Roberto Hernández, Gerardo Cabrera e Ignacio Villalba.

En la contrata clásica de la isla, Adolfo le ganó a Roberto por 8 riñas. Era la quinta victoria consecutiva de Adolfo en Lanzarote, aunque este año había vuelto al partido de Arrecife. Seis años después, Roberto se tomaría la revancha, ganándole a Adolfo por 3 riñas.