Hay que felicitar calurosamente a los forofos de La Espuela que el otro día increparon al partido Norte, ya que han logrado lo que razones elementales no conseguirán nunca: los gallos vuelven a pesarse sobre la valla y el Norte pasa a pelear en un feudo suyo. Claro que los gritos e insultos no eran motivados por esto, y de ahí que nuestras felicitaciones sean solo irónicas.
Ahora solo falta que continúen su labor, a ver si logran que el antaño glorioso partido le imparta unas lecciones básicas de educación gallística canaria a su cuidador. Entonces por fin podremos volver a ver las peleas de esta histórica contrata, hoy tan decadente que más merece el nombre de “senil” que de “antigua”.