viernes, 8 de abril de 2011

Fin de semana en el Valle de Aridane


Fernando Ojeda

El fin de semana pasado tuve el privilegio de asistir a las contratas de El Paso-La Lucha y Los Llanos-Tazacorte. Al menos queda un rinconcito en este Archipiélago donde las tradiciones canarias (los gallos y las luchadas) siguen en verdadero auge. No comentaré nada de las peleas ya que están descritas en esta página. pero sí quiero agradecer desde aquí a todos los que me abrieron las puertas de sus casas y de las casas de gallos, y en particular a Miguel Lorenzo por haberme ido a buscar al aeropuerto, haciendo un hueco en su apretada agenda, ya que también se disputaba el II Torneo de Tazacorte. Tuve el privilegio de asistir a la casada el viernes por la mañana entre Los Llanos y Tazacorte con sus respectivos galleros, para mí la mejor contrata que hay en el Archipiélago Canario. Estuve en la gallera de Los Llanos, donde sus instalaciones son envidiables y con un gran gallero como Alonso Plasencia y un gran ayudante como Salvador, el cual conoce a los gallos hasta por su cantar; creo que será un buen gallero ya que madera tiene y ganas de trabajar.

Posteriormente me llevaron a la casa de gallos de Tazacorte, donde me encontré con mi paisano Samuel Mateo, quien me enseñó todas las instalaciones de la gallera. En la tarde me llevaron a la casa de gallos de El Paso donde estaba el gran Toño el Rebotallo, quien me enseñó sus gallitos, y conversamos de la época histórica de los gallos en Gran Canaria y el siglo de oro de las peleas entre Pancho El Músico y Pepe Palmero, todo ello con un delicioso café preparado por su mujer. Y a la noche asistí a las peleas entre Tazacorte-La Choza-Hermanos Pulidos.

El sábado por la mañana estuve en las peleas del Torneo de Tazacorte donde se vieron algunas peleas interesantes. Ya por la tarde asistí a las peleas entre La Lucha y El Paso. Allí vi a Miguel Pérez Corrales y a Totoño, quien me dijo que en cualquier bar o cafetería de Los Llanos o Tazacorte podría escuchar conversaciones sobre los gallos, y también me dijo que el “Diccionario Gallístico Canario” se había agotado en las librerías de estos municipios. Las peleas entre El Paso-La Lucha fueron muy interesantes, y observé que a los gallos de La Lucha para poder ganarles hay que prepararlos en condiciones, ya que Samuel Acosta presenta los gallos muy trabajados y pisando de puntillas, cosa que hace mucho tiempo que no veo. Tengo que darles las gracias a William Rodríguez y a Pedrín por haberme llevado en su coche para ver estas peleas.

El domingo por la mañana me presentaron a José Luis Melquíades, conocedor de gallos donde los halla. Nos tomamos un barquito en Tazacorte, bastante sabroso, y fuimos a visitar junto a Miguel Pérez Corrales las instalaciones de la gallera La Lucha, donde Hipólito me enseñó sus instalaciones, de una calidad que nunca había visto. Le felicito a él y a su hermano por todo ese trabajo. De allí salimos hacia la casa de Pepín, gran casteador del partido de Los Llanos. Nos mostró sus gallitos con un buen vino elaborado en su bodega y queso ahumado palmero muy delicioso. A la hora de comer fuimos a la Casa del Mar en el Puerto de Tazacorte, donde comimos los cuatro para seguidamente asistir a las peleas de Los Llanos contra Tazacorte.

Hacía bastante tiempo que no sentía los nervios de los gallos en el estómago, los codazos, las palmadas en la espalda, los empujones, el sudor en las palmas de las manos. Vi a la afición de los Llanos, una afición que no falta domingo tras domingo al igual que la de Tazacorte. En definitiva, algo mágico. Estas peleas fueron maravillosas, las mejores a las que asistí, sin menospreciar a las demás, pero estas son más históricas, dándose en todas las peleas mucho respeto, sin griteríos ni niñerías. ¿Para cuando un museo de los gallos en esta isla? En conclusión darle las gracias a todos aquellos que me abrieron las puertas y me acogieron como uno más de ellos, que aunque esté ahora aquí una parte de mi se quedó en La Palma, que los envidio muy sanamente. A todos, muchas gracias.

Si al cielo pudiera ir
Con las alas de mi alma,
Vería allí una pelea de gallos
En la isla de La Palma.

Foto: Fernando Ojeda y José Luis Melquiades; Carlos Manis (con "la Barqueeera") y Polito (con "el Pollo de la Viña").