Tras varias temporadas sin saborear las mieses del triunfo, la gallera de La Espuela se proclamó campeona de la histórica contrata con el Norte. Y lo hizo con un gallo de su mejor casteador, que ha sido esta temporada Agustín Delgado.
Se pelearon muchos pollos, y hubo bastante espuela, aunque a los gallos de Samuel les faltó algo más de capacidad resolutiva. Queda por saber el resultado particular entre ambos cuidadores, ya que, dejando de lado las jornadas en que estuvo Valentín, Samuel gana por 2 riñas. Aunque esto no tiene ninguna importancia oficial, y aunque gane al final también aquí Samuel, quedan claras dos cosas: primero, que Fisio ha respondido bien, dándole igualdad y equilibrio a las peleas; y segundo, que sería una buena idea continuar, a ser posible, con estos dos cuidadores la próxima temporada, hombres serios, de trabajo y de pundonor, y que conocen su oficio. Cambiar de gallero todas las temporadas no es una buena fórmula, y cuando las cosas ruedan bien, lo inteligente e interesante es repetir. Pero ya veremos.
En la clasificación de casteadores, cercana ya al fin, Agustín Delgado tiene 27 puntos, la Peña El Rincón 13 y El Pampillo y Los Yakuzas 10.
El Norte ganó por 4-3 y 1 tabla. De 6 gallos peleados por ambos partidos, ganaron 3 y perdieron 3. Los dos que traían dos riñas perdieron.
El Norte empezó mal, con un colorado de Los Revuelos que no picaba, y al que hizo potaje en 2:10 “el Potajito” de Los Yakuzas. Como de costumbre, empezamos a oír críticas a la cuida del Norte, que los siguientes gallos irían callando. Mala propensión está de sacar de cómo pelea un gallo conclusiones generales. Esas valoraciones solo se pueden hacer avanzadas las peleas.
En la segunda, el pinto de Juan Alberto Alonso gana su segunda riña, en 5 minutos, sobre un colorado de Agustín Delgado que también tenía una pelea. Este gallo del Norte picaba y jalaba, o sea que el defecto del primero no era precisamente de cuida.
El Norte se adelanta en una gran pelea, que duró 4:57. Pura emoción, entre dos gallos estupendos, un retinto de Peña El Rincón (al parecer casteado por Luis Pérez de Castro) y un giro de Eduardo Fernández de la Puente. Estaba para el giro, con el retinto cantando degüello, pero este acabó llevándose el gato, o sea el gallo al agua. El giro, malherido, también mostró casta, reaccionando como los gallos buenos al recibir los tiros certeros del retinto. Fenomenal combate, de los que hacen afición.
Los dos gallos anteriores del Norte retrasaron el alirón de La Espuela, que solo llegó en la cuarta. Si la anterior pelea fue de las que hacen afición, esta fue de las que la quitan. A los 10 minutos, el melado de Agustín Delgado, con 1 riña, la tenía claramente ganada, pero el Norte tardó 9 minutos más en retirar al pinto de 2 riñas de Eduardo Pérez de Ascanio.
Se cumplió una buena costumbre a veces descuidada, lanzándose voladores a los aires de Santa Cruz. Jolgorio de la afición capitalina, y celebraciones y felicitaciones sobre la valla, todo ello dentro de la más estricta y saludable deportividad.
El Norte no baja la guardia y gana las dos siguientes. La quinta fue la más espectacular, ya que el gallino de Diego Tabares, tras recibir avisos serios del pinto de Agustín Delgado, lo liquidó al minuto y 10 segundos, de tres tiros. Muy bien este gallo.
En la sexta, “el Bala” de Agustín Delgado se vio sin un ojo, lo que aprovechó para ganar su segunda pelea uno de los “mangueritas” de Palmerito II. 6:25.
Muy discutida fue la séptima, a causa de las tablas que aceptó el Norte. El soltador sabrá, pero a nosotros nos pareció que podía haber ganado tanto el pinto de Agustín Delgado como el giro de la Peña Guanche. Y decimos “el soltador sabrá” ateniéndonos a que es el soltador quien decide, pero realmente este se escudó en que la decisión la tomó el gallero. Lo que no se acaba de entender es que la cuarta se prolongara tanto y esta se resolviera así. 4:20.
La jornada se cerró con otra gran pelea. El blanco de Juan Alberto Alonso, un estupendo gallito de 2 buenas riñas, se topó con un gallo también de mucha calidad, que truncó su carrera. Este colorado “el Piano”, de El Pampillo, sabe tocar las notas gallísticas con saber profesional. Al final los gallos, muy cortados, no veían, pero “el Piano” estaba más afinado. Ofrecieron un gran espectáculo, con tanta emoción como la tercera riña.
Antes de comenzar las peleas, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Pablo Hernández (“Cayo”), extraordinario aficionado y casteador de Los Llanos, y por la madre de Florencio Hernández.
El próximo domingo se cierra la temporada, con un brindis final.
Dos grandes aficionados
Rogelio Galván es, con Eduardo Pérez de Ascanio, el decano de la afición lagunera, a la que honra desde los años 50. Con él, en una de esas fotos obra de la espontaneidad, aparece Pedro Cabrera, animador de la eterna Peña Las Tapias y soltador de confianza del partido Norte. Aficionados así hacen la inmortalidad de nuestra afición.
Otras contratas históricas
Tazacorte no afloja. Le ganó a Los Llanos por 4-2 y 2 tablas, y ya le lleva 21 riñas.
La campanada sonó en la capital palmera, donde Pedrito abrigó a Toño el Rebotallo… con un capote. A falta de una jornada, le dio la vuelta a una temporada que tuvo Toño siempre a su favor. Lleva ahora 5 la Guerra, y ahora nadie apuesta nada por la Nueva.