miércoles, 28 de diciembre de 2011

Momentos imborrables


El buen aficionado gallístico no es solo un memorión de tomo y lomo para gallos, peleas y casteos, sino que las galerías de sus recuerdos están llenas de momentos inolvidables pasados con los amigos. Los viajes a las otras islas donde reina la afición han sido habituales, y ello desde siempre, antes en barcos de lentitud que hoy no se admitirían, luego en aviones o en barcos veloces. En esta foto, José Luis Melquiades se nos presenta en la plenitud de sus facultades, copa en la mano, como Palmerito II, que a pesar de ser de La Palma, formaba parte de la embajada norteña en uno de los campeonatos regionales celebrados en la Isla Bonita (concretamente en el de 2003). Los otros del tándem tinerfeño éramos Manolo Sánchez, Alberto Plasencia, Pedro Cabrera, Tomás Luis y yo, fotógrafo ausente en la imagen. Lugar: La Cascada, a la salida del túnel que de la capital lleva a Los Llanos –y hasta vemos sobre la mesa los típicos chicharrones con gofio.
Falta para siempre un amigo entrañable, y los recuerdos se nos agolpan. Un puñado de esos recuerdos, demasiado pocos, han quedado registrados en instantáneas como esta; otros muchos, muchísimos, han quedado grabados en esas galerías que no se pueden visitar sin estremecimiento, pero tampoco sin el sentimiento que da el privilegio de haber convivido con gente noble y de bien, que honran, en un mundo donde eso no es lo frecuente, esa realidad bella y efímera que es la existencia humana.