Hace una semana falleció, a edad provecta, Añón León, aficionado muy querido de la isla de La Palma, donde hizo temporadas magníficas como cuidador a lo largo de los años 60 y 70. Casteaba también, con sus hermanos Maso y José, y además era una persona excelente, sencillo y de un talante afable. Muchas historias hubiera podido contar, siendo una lástima que yo, tras la muerte de José Luis Melquiades, haya dejado de ir a La Palma, ya que Añón habría sido un capítulo infaltable en un libro de testimonios gallísticos de aquella isla a lo largo de los últimos sesenta o setenta años. Y es que Añón, aún muchacho, no solo se inició en gallos nada menos que con don Pepe Melquiades, el hombre que más sabía de gallos (junto con don Saturnino) en todo ese hervidero gallístico que era y es la zona de La Banda, sino que fue corredor de Pancho en el partido tinerfeño de San Cristóbal, lo cual significaba graduarse en la mejor cátedra gallística que existía a nivel mundial.
Con su hermano o solo, ya hizo temporadas memorables a fines de los años 60 y principios de los 70, en particular las de 1968, 1969 y 1970 en Tazacorte y las de 1972, 1974 y 1976 en Los Llanos, todas ellas victoriosas. Retirado en los años 80, aún volvió en 1997, cuando, de nuevo al mando del partido bagañete, consiguió doblegar al invencible Quico Acosta.
En las temporadas de 1969, 1970 y 1976, llevó gallos a la isla de Tenerife, haciendo un gran papel, sobre todo en la de 1969 ante Pablo Amador en su feudo del Norte, peleas electrizantes de que hemos hablado con detalle aquí mismo; en la de 1970 le ganó a San Cristóbal por 4-2 y una tabla y empató a 3 con La Espuela, donde cuidaba Domingo Prieto, y en la de 1976 le ganó por 4-1 y dos tablas a su paisano Miguel Acosta, que estaba en el Norte. En próximas comunicaciones abordaremos sus temporadas del 73 y el 74, ya que dispongo de algunos programas de ellas (la del 72 ya ha sido comentada también, aquí).
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Hoy nos centramos en un pequeño álbum fotográfico de nuestro tan estimado Tiranión León Sánchez, que era su nombre completo.
En la primera imagen, es aún un muchacho, y aparece con Zacarías Castro y Arnoldo Pérez, quien se convertiría en otro gran cuidador de Los Llanos. La foto debe ser en la gallera de su pueblo, cuando estaban a las órdenes de don Pepe Melquiades, a mediados de los años 50: