sábado, 28 de diciembre de 2024

"Muchos mulatos"

Lou Dubois, un prestigioso autor francés de collages, me dedica este, muy divertido e inspirado seguramente en el envío que hace años le hice del folleto El Mulato:

viernes, 20 de diciembre de 2024

Juan Rodríguez Drincourt (1934-2024)

Falleció en el mes de agosto don Juan Rodríguez Drincourt, continuador de la afición gallística de su padre, don Ramón Rodríguez, uno de los más grandes casteadores que han tenido las islas. Personalidad sumamente distinguida, fue secretario del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria durante más de treinta años, y con toda generosidad me aportó material y recuerdos impagables en la elaboración del Diccionario gallístico de Canarias, siendo imborrable para mí un encuentro que tuvimos en su casa de Ciudad Jardín junto a José Carlos García Artiles, hijo de otro legendario aficionado y continuador también de la afición paterna. 

A título de pequeño homenaje, reproduzco hoy la entrada que le dediqué en dicho diccionario (corregida en ciertos detalles y con algunas adiciones) y el magnífico artículo en que defendía con argumentos irrebatibles (excepto para los ignaros o los fanáticos) la tentativa de prohibición de las riñas que se perpetró a principios de los años 90.

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Rodríguez Drincourt, Juan. Hijo del gran casteador Ramón Rodríguez Marrero, continuó la afición de su padre convirtiéndose en uno de los más finos gallistas grancanarios de los años 80, y prosiguiendo su afición hasta la temporada de 1994. Nacido en París, donde, por su trabajo, pasaba su padre largas temporadas, y de madre francesa, se apasionó por los gallos desde la infancia, y de hecho ya en 1940 un gran melado de Villegas peleaba a su nombre. Asistió a las míticas temporadas que, a fines de los 40, pusieron frente a frente a los dos mejores galleros que ha tenido Canarias en toda su historia: Francisco Dorta y Pepe Palmero, conservando de ambos un recuerdo indeleble. Siguió teniendo gallos a su nombre, y entre ellos el legendario “Larraz”, uno de los mejores combatientes grancanarios del siglo XX, que peleó en el 57 y el 58.

Fallecido su padre en 1978, continuó con sus casteos en el mismo partido en que militaba finalmente, o sea Arucas. De una gallina cubana vieja de su padre y el giro verde de cinco riñas de Eduardo Pérez Ascanio que se había traído “el Pichón” para Arucas, sacó hijos de cinco y siete riñas, como el colorado de siete hijo del giro “la Isleña” o el giro verde de cinco, fotografiado el primero en la monografía lanzaroteña de Luis Martínez. Sus mejores temporadas fueron las del 84, 88 y 89, proclamándose mejor casteador de la isla. En la del 84, con Quico Acosta, de 23 gallos le ganaron 17, haciéndole dos tres peleas y tres dos. Cinco casi consecutivas le ganó en el 88 el colorado “la Única”, destacando la que hizo contra un colorado de García Cuyás y Adolfo de la Torre; ganaría otra más, en febrero del 89, preparado, como el año anterior, por “el Pichón”. Gallo de casteo, en 2006 Domingo Bello se proclamaría campeón de casteadores en Gáldar con descendientes suyos. Otro de sus grandes gallos fue un gallino pinto de seis riñas.

Hombre culto e inteligente, escribió de gallos en dos momentos claves. En el Diario de Las Palmas, como “Giro Plata”, cubrió magníficamente la gran temporada de 1965, en que se enfrentaron Julián Castillo y Pablo Amador (y la de 1985 en Canarias 7, como “Pico y Espuela”). Y en segundo lugar, se le debe el mejor de los artículos de conjunto que se han publicado sobre nuestras riñas: “Los gallos ingleses, canarios desde la conquista”, aparecido en La Provincia el 8 de abril de 1990 con motivo del intento de prohibir las peleas, y luego reproducido por Luis Martínez en la citada monografía lanzaroteña (1992).






 

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A su gran gallo “la Única” dedicamos hace cuatro años un artículo (ver enlace), y lo mismo hizo entonces “el Mazantini” con el giro “La Isleña” (ver enlace). En el de “la Única” está reproducido el admirable árbol genealógico que hizo de sus mejores gallos, ejemplo insuperable del amor a los gallos finos que ha unido a tantos canarios a lo largo de la historia. 

Por último, como en su espléndido y tan completo artículo cita Rodríguez Drincourt pinturas de gallos finos que él había visto, he aquí la de Jan Fyt, de 1555, seguida de la de Frans Snyders, del siglo XVII, entre muchas suyas que encontramos en la red.


sábado, 7 de septiembre de 2024

Una memorable mantilla

Esta formidable foto del gallero Manuel Torres, más conocido por “Gato Maruca”, se encontraba en la casa de gallos del partido Norte. Ahora hemos sabido, por la información que se da al dorso, que fue tomada en uno de sus días más gloriosos, cuando le propinó a Francisco Dorta una mantilla. Fue un encuentro de veteranos, ya que el cuidador del Puerto de la Cruz tenía 61 años y el de La Orotava 72, perdiendo “el Músico” por 15 riñas, que era la mayor ventaja que alguien le logró sacar en su historial de medio siglo. No es de extrañar que colgara ya las espuelas, aunque no del todo, ya que don Eduardo Pérez Ascanio lo contrató como hombre de confianza del partido de San Cristóbal, y se lució en las temporadas del 64 y el 65, en la del 65 llevando dos tandas primorosas a Las Palmas para ganarle por mantilla a San José y por 3-2 a San José, como si así quisiera de modo circular cerrar su historial grancanario. Más aún: en la de 1965 llevó el partido junto a Anastasio Acosta, ganándole por 18 riñas a su discípulo Domingo Prieto. Esta fue la temporada en que Anastasio, aprendiendo de Pancho, se hizo gallero, cuando ya no era joven, hecho importantísimo porque estaba llamado a ser un cuidador triunfador, particularmente en las galleras de Telde y La Espuela.

Pero estamos en la temporada de 1963, penúltima del “Gato Maruca”; al año siguiente derrotaría por una sola riña a Domingo Prieto, él renovando en San Cristóbal y Domingo en La Espuela sustituyendo al “Músico”.

Por suerte tengo el programa de la jornada de la mantilla, que estaba en el material que me cedió gentilmente la hija de don Florencio González, el joyero de La Laguna, cuya relojería aparece en la publicidad (de otro gran aficionado de la isla, don José Cedrés, era la imprenta que se anuncia al lado). Don Florencio, que encerraba sus gallos en San Cristóbal, escribe con dos exclamaciones la palabra “Mantilla”, y no era para menos. Por último, obsérvese cómo en la lista de San Cristóbal aparecen tres gallos “revueltos”, designación que muy raramente se ha utilizado.

sábado, 31 de agosto de 2024

El Mulato

Como la edición que hice del Mulato se encuentra ya agotada, aquí la tenemos en versión digital:









domingo, 25 de agosto de 2024

Tres fotos

Juan Antonio Díaz, que prosigue como casteador la trayectoria de su padre, el inolvidable Juan Díaz, nos envía con frecuencia programas y fotos que llegan a sus manos. Estas dos son de especial interés. La primera es en la casa de gallos de La Espuela, y en ella aparece Antonio Salud. El misterio es que a Salud no lo registramos como cuidador en La Espuela sino ya en 1973, y la foto es sin duda anterior a esa fecha. No sabemos quiénes son los otros, y ya nos faltan aficionados antiguos que los hubieran identificado, como un Orlando Dorta o un Julián Castillo; solo se nos ocurre Pepe Cabrera (Pepe el Negro), pero le perdimos el rastro hace años.

  

En la siguiente foto también hay un misterio. Se trata del IV Campeonato Regional, celebrado en Tenerife, sin la participación de Gran Canaria, por haber allí peste aviar, y que ganó la isla de La Palma. Se utilizó el sistema de liguilla y aquí vemos una instantánea del enfrentamiento entre Lanzarote, que ganó por 4-3, y la isla anfitriona. Entre los aficionados detecto (con margen de error para algunos) a Agustín Delgado (a quien le ganó en el campeonato un colorado por cuarta vez), Antonio el calvo, Julio el taxista, Eusebio Mora, Manuel Luis Regalado, Luis Barre Barre, Anastasio Acosta, Manuel Espejo, Ignacio Villalba, Marcial Martín, Gerardo Cabrera y Suso Lemes. El misterio está en los banquillos. En el de Tenerife aparece Pablo Amador (con Espejo como soltador), pero lo raro es que esa temporada quien cuidó en el Norte fue Paco Falcón porque Pablo se recuperaba de una operación; ¿quizás por algún motivo no estaba Paco y lo sustituyó Pablo? En el banquillo de Lanzarote debía estar Adolfo el Pichón, pero en este caso me parece que puede ser el que, de perfil, se ve con un habano, entre los dos calvos. Sea como sea, es una buena foto, en el cine de Garachico (también se peleó en el Parque San Francisco).

 

Añadimos esta foto que nos envía el siempre solícito Fernando Ojeda, a quien este espacio debe tantas aportaciones. En este caso, el misterio es total, ya que no sabemos sino que es en una gallera de Gran Canaria. Pero la foto tiene sabor, con ese aficionado vestido con la elegancia popular de tiempos pretéritos y que no volverán.

jueves, 15 de agosto de 2024

Diego Tabares y Agustín Morales

En esta fotografía, vemos a dos aficionados tinerfeños extraordinarios. A la izquierda, el coronel de artillería Diego Tabares, que mantiene incólume su afición y aún castea, y a la derecha Agustín Morales, más conocido como Chicho y que era no solo un aficionado todo terreno, sabio y entusiasta, sino un eximio cantante de ópera. A los dos los hemos celebrado ya en otras ocasiones, pero ahora nos place sobremanera  publicar esta foto en que aparecen juntos, facilitada por el primero, que tiene un buen archivo fotográfico, caracterizado por la puntualidad con que ha apuntado siempre todos los datos, y que nos permite datarla en abril de 1993 en sus instalaciones de El Boquerón. Es más, el gallo que sostiene Agustín Morales es un melado Adelino, o sea que debe proceder de las afamadas castas de los hermanos Adelinos de Los Llanos de Aridane.

sábado, 3 de agosto de 2024

Antonio Lorenzo, espejo de casteadores

Con Quico Acosta

El pasado año falleció en La Palma uno de los más grandes casteadores de la época 1980-2010, Antonio Lorenzo Sánchez, conocido también como “el Venezolano”, dado que vivió en Venezuela durante los años 60.

Peleó gallos en Lanzarote, Santa Cruz de La Palma y sobre todo Tazacorte. Donde hizo temporadas espectaculares, como las de 1992, 1993, 1994, 2000 y 2003. En 1993, tuvo un gran colorado de cinco riñas y una tabla, preparado por Quico Acosta; en 2000 fue el mejor casteador de su partido, con Añón León; y en 2003 otro colorado le hizo siete peleas, con Samuel Mateo. La foto de otro gallo extraordinario suyo, un retinto de seis riñas, se encuentra enmarcada en la gallera de Tazacorte.

De Antonio Lorenzo vi pelear esporádicamente gallos, pero uno que me dejó una impresión indeleble fue el melado que, por Lanzarote y a nombre de Óscar Pacheco (gran aficionado conejero), se enfrentó en la sexta riña del XVI Campeonato Regional, celebrado en Santa Úrsula, a un melado de la Peña El Colmillazo por Gran Canaria. Fue una riña sensacional, en que asistimos a un épico tiro a tiro hasta que el melado de Antonio Lorenzo degolló a su rival y le dio en seguida un tiro de gracia. No es de extrañar que fuera considerada el mejor gallo del campeonato, pero es que, además, con un no menos sensacional retinto de 4.8, pudo proclamarse mejor casteador de aquel feliz campeonato, celebrado los días 1 y 2 de junio de 2002. El melado se lo había preparado su paisano Roberto Hernández en el partido de Arrecife, y el retinto Samuel Mateo en Tazacorte.

En el Diccionario gallístico de Canarias cuento cómo la primera vez que me encontré a Antonio Lorenzo sin ser en un campeonato o en una gallera pasaba por el quiosco de Los Llanos con su machete de plataneras al cinto. Allí departimos con él, mi inolvidable amigo José Luis Melquiades y yo.

Presencia amable en todos los campeonatos, no es difícil reconocerlo en las fotografías que siguen, después de la que lo muestra levantando el trofeo que acaba de entregarle otro muy querido aficionado, Alfredo Martín:





sábado, 20 de julio de 2024

Manuel Delgado, gran aficionado güimarero

Manuel Delgado. Foto Nicolás Lezcano

Hay aficionados que nos admiran por su constancia y fidelidad no ya a los gallos, sino a un partido en el que han permanecido durante toda su vida. Son ante todo hombres de su gallera, por mucho que abunden las naturales desilusiones o discrepancias con otros aficionados o con algunos cuidadores.

En el partido de Güímar, que es al final, de todos los partidos que ha habido en la isla de Tenerife durante los últimos cinco siglos, el único que ha sabido sobrevivir al naufragio de los últimos quince o veinte años, aún encontramos ese perfil de aficionados, particularmente en Antonio Jorge (“el Cenizo”), Manuel Delgado y Adrián Mederos, desaparecidos Tato Reyes y Gonzalo Alberto.

Manuel Delgado es el más antiguo ya, junto al “Cenizo” (Mederos vino, de su isla de La Palma, poco después). Persona de natural modesto, siempre nos llamaba la atención su presencia en todas las pechas del partido y la regularidad con que peleaban sus gallos, que eran por lo general de buena calidad. Solo he venido a tratarlo recientemente, en algunas jornadas a que he asistido estas dos últimas temporadas, y me tomé como una grata obligación dedicarle este pequeño reportaje, a partir de una rápida entrevista junto a la valla.

Con Gonzalo Alberto le nació la afición cuando tenía solo siete años, y hoy tiene setenta. Gonzalo le dio su primer gallo y a ese siguieron muchos, ya como casteador. Al pasar revista a los numerosos cuidadores que han pasado por la gallera, Manuel Delgado no duda ni un segundo: el mejor, Domingo Prieto, al que pone por las nubes, y después, por su afabilidad y lo bien que preparaba y presentaba los gallos, Jorge Benítez. Entre sus gallos, recuerda sobre todo, un melado naranjito que sacó de un melado palmero y que peleó en el Cine Los Ángeles, y un gallino que llegó a hacer siete riñas. Durante algunos años, con Gonzalo Alberto, sus gallos aparecieron a nombre de La Empresa y marcaron una buena época de peleas en el Sur. Hoy sigue casteando y tiene ahora mismo unos cuarenta gallos y pollos, en el Barranco La Menuda. Asiste a casi todas las peleas, y aprecia positivamente la labor que en la cuida hacen actualmente tanto Óliver Montelongo como Carlos Díaz, para mantener un buen nivel en los principales desafíos de la isla.

De las muchas fotos güimareras que conservo y en que aparece Manuel Delgado, selecciono estas tres que pertenecen a dos pechas navideñas y a una visita del partido de Gáldar, durante las temporadas en que cuidaba José Carlos Rodríguez (“Caballo de Bastos”). Hay grandes aficionados, algunos ya desaparecidos: Tato Reyes, Luis “Barre Barre”, Gonzalo Alberto, Pepe y Diego Amador, Adrián Mederos, Antonio Jorge, Agustín Delgado, Cirilo Trujillo, Alfonso Oval, Momo (taxista), Alberto Plasencia, etc. En la tercera aparecen varios aficionados de Gáldar, y entre ellos Antonio Bolaños. A Manuel Acosta lo vemos en el centro de la primera, junto a Cirilo, y a la izquierda de las otras dos.




En este programa de 2007, aparece cerrando la tanda de Güímar un colorado suyo, que ganó su duelo particular. Curiosamente, cuidaba este año en el Norte Carlos Díaz, hoy consolidado en la gallera de Los Revuelos, y como ayudante en Güimar estaba Horacio de León, gran aficionado palmero con quien coincidí en la última jornada a que asistí en Güímar y con quien fue un placer hablar de gallos, como lo ha sido en estas señaladas jornadas hacerlo con Manuel Delgado, gran aficionado güimarero, tinerfeño y canario.

jueves, 4 de julio de 2024

El ocaso de Los Llanos


 Nicolás Lezcano

La histórica gallera palmera vive días inciertos que ponen en peligro su continuidad como partido.

No es posible hablar de nuestro deporte sin mencionar a las instituciones que lo han ensalzado. Las galleras, templos de veneración al gallo, centros de alto rendimiento donde los más ilustres nombres de la cuida han gestado grandes proezas sobre las vallas de toda Canarias, siempre reseñadas por los cronistas, para nuestro enriquecimiento cultural y recreo de generaciones futuras.

Pocas son las galleras insulares que podemos calificar de históricas que hoy mantienen su nombre, esencia y prestigio. En La Palma, en el Valle de Aridane, el partido de Los Llanos apiña, desde hace doscientos años, a una de las aficiones más emblemáticas y fervientes de nuestras islas, indisociable a la de su eterna rival, Tazacorte. El antagonismo entre estos dos partidos se pierde en la noche de los tiempos y es consustancial a la idiosincrasia del valle.  Ambas instituciones han sufrido altibajos en su largo bagaje pero contra viento y marea han conseguido salir adelante y celebrar cada temporada sus contratas, siempre  en primera plana de los periódicos de la época y seguidas por el tremendo interés que desde siempre han despertado los gallos en las islas.

Por el salón de Los Llanos pasaron gallos célebres; “el Niño”, “el Caballo”, “el Guerrita”, “el Rosario”, “el Carrizo”, “el República”, “el Devoto”, “el Escopeta”, “el Rubio”, “el Galatea”, “el Agapito”, “el Picopato”, “el Pulina”, “el gallino de Quico Cáceres”, “el Artillero”, o las líneas de “los Matamoros” , “los Mobydick” o “los Machetes”….Hoy es en La Palma donde único pervive la bonita costumbre de bautizar a los gallos. 

También cuidadores históricos, como Rafael Caballero, José Jiménez, Arnoldo Pérez, Manuel Acosta “Piquito”, Francisco Acosta “el Tullido”, Julian Castillo, Pedro Pérez “el Foño”, Roberto Hernández, Tiranión León, Pepe “el Velero”, Antonio Hernández “el Rebotallo”, Tomás León, Miguel Acosta, Francisco Acosta “Quico”, Pedro Pérez, Samuel Mateos, Alonso Plasencia o José Carlos Rodríguez “el Caballo Bastos”. 

Y casteadores  ilustres; Tomás Hernández “el Sordo”, Melquiades Pérez Díaz “don Pepe Melquiades”, Gerardo Scott “Mr. Scott”, Mauricio Duque, José Páez, Alfredo Acosta, José Roberto Pérez Yanes, Juan Antonio Enríquez, José Carlos Ventura, Antonio Viña, José Raimundo García “Pepín”, Neno Pereira, José Luis Pérez Lorenzo “Melquiades”, o quien hoy nos mueve, Carlos Barreto, “el Manís”.

Titulo de propiedad de la gallera Los Llanos

La casa de gallos, ubicada en el camino El Laurel, del municipio de Los Llanos de Aridane,  fue edificada en 1979, en la era José Rodriguez "el Venezolano", con Adelto Cabrera "el Sastre" de secretario, y Odón Acosta y José Carlos Viña también en la directiva , por  aportación popular, dos mil acciones, a mil pesetas cada una, una pequeña fortuna en su época. Miguel Acosta "el Peludo", fue el gallero que la estrenó. Y desde siempre la institución se ha regido por parámetros estrictamente democráticos. 

Hace unos ocho años el partido de Los Llanos atravesó una crisis que puso en peligro su permanencia y por ende la de la contrata decana de las islas, y fue uno de sus socios, Juan Carlos Barreto, el “Manis”, quien tuvo el encomiable coraje de hacerse cargo de la gallera y salvar los muebles, un gesto noble  y no sabemos si suficientemente reconocido en su momento por sus paisanos. La condición que puso, o impuso, fue que él ocuparía todos los cargos directivos, desde presidente hasta vocal y, por supuesto, el de tesorero. Desde entonces la contrata entre las dos insignes galleras se ha venido celebrando con desigual fortuna.

Memorable fueron las temporadas de 2018 al 2020. Barreto fichó al magistral José Carlos Rodriguez, tras varias temporadas en el dique seco, que se enfrentó al entonces número uno Samuel Acosta, por Tazacorte, que lo derrotó en un duelo de titanes, sacándole una ventaja de nueve riñas. Al año siguiente, 2019,  Rodriguez se sacudió y sometió al bagañete a una presión competitiva que no soportó y acabó abandonando a falta de cuatro jornadas. Fue sustituido por el legendario Antonio Hernández “el Rebotallo” que, aunque llevaba tiempo inactivo, se despidió así definitivamente de la afición, y no consiguió enmendar la situación, ganando Los Llanos por dieciséis de ventaja.

La relación de Rodríguez con  el "polidirectivo" acabó mal, como después sería habitual con todos los que irían pasando por la gallera, y  en el 2020 fichó por Tazacorte, protagonizando la mejor contrata de Canarias de ese año y última gran temporada entre los dos históricos partidos, contra el venezolano Wainer Rodriguez, por el que nadie daba un duro cuando llegó y resultó ser un preparador de élite que nos deleitó a todos e hizo sudar lo suyo a José Carlos, que le iba ganando por cuatro riñas cuando la pandemia obligó a suspender la contrata.

Al año siguiente, 2021, con las restricciones post pandemia, Wainer continuó en Los Llanos, derrotando a Samuel Acosta, que volvió a Tazacorte, una victoria doblemente meritoria por los conflictos internos de la gallera llanense.  Terminando la temporada los socios se hartaron de la falta de transparencia en la gestión de Barreto, que además obligaba al gallero a pelear sus gallos,  y un grupo de casteadores jóvenes tomaron el control. Lograron terminar la temporada pero no se consolidó una directiva y el Manis volvió a coger las riendas. En septiembre hizo erupción el volcán.

Las tres siguientes temporadas del partido fueron lamentables, con los pocos casteadores que no se exiliaron por el régimen dictatorial impuesto por el autócrata. En la 2022, con el cubano Yuneski Hernández como cuidador, no hubo contrata con Tazacorte sino un triangular que incluyó a La Guerra, y  Los Llanos quedó última. En 2023 si hubo clásico, cuidando Ayoze Pérez, que perdió contra Samuel Acosta por treinta y seis riñas de ventaja. Y este año 2024, con Valentín Lorenzo, que perdió contra José Ángel Batista “el Menso”, por treinta de diferencia.

La lava se llevó por delante a las galleras de El Paso, Hermanos Pulido y El Morro, y fincas de casteo y gallineros de innumerables casteadores del valle, incluido el propio Barreto, que decidió, por propia iniciativa, trasladarse a las hoy maltrechas instalaciones de la gallera de Los Llanos. Después también decidieron cerrar La Orilla y El Pinito, con la consiguiente desbandada de casteadores, que se han organizado para rescatar y reflotar la gallera llanense, con vistas a devolver su excelencia a  la decana de las contratas canarias, con la férrea oposición del Manís, negado a ceder las llaves y abandonar su atrincheramiento, poniendo en peligro la continuidad de la entidad.

Juan Carlos Barreto es sin duda uno de los grandes gallistas no solo palmero sino a nivel de toda Canarias, además de una enciclopedia viva de conocimientos, que en su momento llevó a cabo una gran gesta, que quedará para siempre en los anales, pero hoy está protagonizando uno de los episodios más tristes de nuestra actualidad gallística. Esperamos que el sentido del deber  por el bien común impere y entre todos encontremos una solución a semejante desaguisado.

Gallera de Los Llanos

lunes, 24 de junio de 2024

Carlos Díaz campeón del Desafío Final

 

Carlos Díaz, con el gran colorado, mejor gallo del torneo

Nicolás Lezcano

El cubano demostró, por si aún alguien lo dudaba, que es el mejor de Tenerife, poniendo el broche de oro a su magnífico trabajo esta temporada.

El Agujero - La Espuela

Por primera vez, en Tenerife, y sin antecedentes en nuestras islas se acordó celebrar un un formato de torneo en el que participen todas las galleras locales, las cinco que existen en nuestra isla, cada una aportando seis gallos y cien puntos, y un único vencedor que se llevaría los quinientos. Los Revuelos, El Agujero, Güímar, La Espuela y el partido Norte compitieron en el Desafío Final.

Los Revuelos - Güímar

Unos le dieron más importancia al duelo que otros, alineando gallos refrendados, como Los Revuelos, Agujero y La Espuela, otros, como Güímar, por probar algunas aves dudosas que no casaron durante la contrata, y otros presentaron lo único que les quedaba ya en los gallineros, como el Norte.

La Espuela - Güímar

Carlos Díaz se lo tomó muy en serio, e inscribió cuatro gallos cuyos méritos sumaban la friolera de nueve riñas, y fue el merecido ganador, con cinco victorias y unas tablas. El Agujero ganó dos, dos tablas y perdió dos. El partido Norte ganó dos, dos tablas y perdió dos. Güímar ganó dos y entabló cuatro, y La Espuela perdió cinco y ganó una.

El Agujero - Güímar

El evento, aparte de un desafío a cinco bandas, era un acto social, para reunirnos y disfrutar una última tarde de un ambiente lúdico y festivo pero, como ya hicieron en el Isla Baja, los Mortadelo y Filemón del partido Norte volvieron a dar la nota sobre la valla con insinuaciones de trampas infundadas. Extraña forma de agradecer haber sido invitados a participar. “Piensa el ladrón que todos son de su condición”.

Los Revuelos - El Agujero

Y en la grada la nueva afición güimarera dando ambiente y animando,  los Fondo Sur.

Benjamin Gutierrez, Diego Tabares y Enzo Padrón,
los Fondo Sur

En la primera riña se enfrentaron, por el Norte, un terciopelo, de Tapias Camacho y un melado, con tres peleas,  de Peña Los Revuelos. El Norte, tumbado tras las pasadas ante un rival que no paró de repartir leña, y que se demoró en ganar 9’00’’

Segunda, un giro de El Agujero, de Alfredo Martín, sentenció a un melado de La Espuela, de Guadaña, en 1’01’’.

Tercera, un melado de Antonio Jorge, por Güímar, entabló, a pesar de la corbata, con un melado de Tapias Camacho, por el Norte, que llevaba las de perder hasta que sacó un tiro decisivo que viró la tortilla y finalmente decidió el tiempo límite.

Cuarta. Por Güímar, un melado, de El Cañizo entabló con un giro, de Yakuzacan, de La Espuela. El capitalino tocado antes del minuto, se desquitó apagando las luces del güimarero, que rebosó calidad, buscando gallo a oscuras con mucho peligro, hasta que el crono detuvo el pleito.

Quinta. Por Güímar, un giro, de Hnos. Sosa, perdió ante un melado de Tapias Camacho, por el Norte, que se empeñaron en lavar a conciencia al gallo sureño, que terminó cayendo ante el poderío del norteño en 1’59’’.

Sexta. Por el Norte, un colorado, de Tapias Camacho, ganó a un giro, de Peña Tejina, por La Espuela. El capitalino salió con mucho brío y el triple de frecuencia de disparo que su rival, pero se le acabó la gasolina y este lo despachó en 3’31’’.

Séptima. Por Los Revuelos, un colorado, con cuatro medallas, se impuso a un bragado de Josvany Álvarez, por el Norte que, tras hacer un buen trabajo inicial, perjudicando seriamente al colorado, que tiró de genética, lo acabó haciendo cacarear y pidiendo un taxi para La Orotava, en 7’26’’.

Octava. Por Güímar, un retinto, de Mederos, entabló con un colorado de Alfredo Martín, por El Agujero. El güimarero dando con las patas pero derechón y expuesto, y el arafero tuerto pero "palante", a la media vuelta, doblegando poco a poco aquel hasta el tiempo límite.

Novena. Por El Agujero, un giro, que perdió ante un melado de Los Revuelos. Trepidante cruce de espadas inicial, tocado el silense al minuto, y  al poco también el arafero, aguantando castigo hasta caer en 6’35’’.

Décima. Un giro, de El Agujero, entabló con un pinto, de Tapias Camacho,  de El Norte. El norteño muy solvente, y el arafero a media luz antes del minuto, privado de oído después y una vez más, sin faros en el sexto minuto pero muy peligrosos, el norteño arriado y finalmente tablas en 10’00’’.

Decimoprimera. Por Güímar, un colorado, de Palmerito II, entabló en magnífico pleito, con un colorado, peleado, de Los Revuelos. El norteño enfarolado y sin luces al tercer minuto, pero tirando el pico dispuesto a quitarse de en medio a quien sea, hasta cumplirse el tiempo reglamentario.

Decimosegunda. Un pinto, peleado, de Los Revuelos, se impuso a un giro, de Alfredo Martín, de El Agujero. Otro gran duelo de la jornada entre dos rivales solventes, muy cortados y con las mismas posibilidades de caer. El arafero cayó en el séptimo minuto, se sacudió y siguió adelante, hasta sucumbir remachado por el silense en 8’08’’.

Decimotercera. Por la Espuela, un giro, de Peña Tejina, muy perjudicado a los cincuenta segundos, se le aplicó la norma del minuto, y perdió ante un colorado, de Palmerito II, por  Güímar, en 2’12’’.

Decimocuarta. Por El Agujero, un giro, uno de los gallos más espueleros de la tarde, con tres peleas, de Alfredo Martín, derrotó, en gran lid, a un melado, de Peña Tejina, por La Espuela. El arafero desenfundó sus dos revólveres y no dejó de disparar a un espuelino negado a caer, con espuelas envenenadas y muy peligroso, hasta caer remachado en 5’04’’.

Y decimoquinta, entre un retinto, de Peña Tejina, por La Espuela, y un colorado, otro de los mejores gallos del evento,  de Los Revuelos, que acribilló sin tregua al desconcertado capitalino, quitado por el soltador cuando rehuyó el pleito, en 3’55’’.

Diego Febles y el magnífico giro blanco de cuatro peleas


Como invitado de honor, don Isidoro Dorta, casteador garachiquense de ochenta y dos años, teniente coronel de artillería que por motivos de salud hacía un decenio que no iba a los gallos. Gran conversador, nos contaba  que de niño pasaba mucho tiempo metido en la gallera, a pesar de la prohibición de su padre. Crió su primer gallo con solo cinco años, casteado por su progenitor, Lorenzo Dorta, y a los once empezó a encerrar. Entre sus grandes gallos, el célebre Sacatripas, un giro extraordinario que resolvía de dos tiros, e hizo cinco peleas. O el Tuerto, de Aníbal Velázquez, un colorado que  quedó tuerto en su primera pelea e hizo siete riñas más,  lo mataron en la octava. Fue Dorta quien inicio en los gallos al hoy presidente de Los Revuelos, cuando le regaló un gallino colorado, en el año 1972.

Isidoro Dorta

Y tras la competición, como es habitual en Güímar, un opíparo banquete a base de chuletas y vino tinto del norte.


Y como colofón de lujo, el gran DJ Vikingo, nos dedicó una de sus magistrales sesiones de hardcore en la noche portuense.

La Palma

Murió Canijo

El pasado lunes, cinco de junio, nos enteramos, incrédulos, de la triste noticia. José Luis Acosta  Yanes, “Canijo”, un hombre cordial, sencillo, un amigo, mío y de todos, nos dejó para siempre. Joven, con tan solo cincuenta y nueve años. Me vinieron a la memoria los buenos momentos que pasamos en la cantina de la gallera de Los Llanos, partido en el que militó mucho tiempo, oyendo cantar a Alfonso García, el “Rubio”. Aunque también en La Guerra, donde quedó mejor casteador en la temporada 2019. Que bien preparabas los cochinos asados en aquel artilugio de tu invención. En la grada siempre quedará tu ausencia. Descansa en paz.

José Luis Acosta  Yanes, “Canijo”
 

Torneo de Verano Gallera Hnos Pulido, en memoria de José Luis Acosta Yanes,  “Canijo”. clasificación

1º Fondo Sur I, con 4 puntos y un tiempo de 3’32’’.

2º José M. Pedrianes III, con 4 puntos y un tiempo de 5’28’’.

3º José M. Pedrianes iI, con 4 puntos y un tiempo de 8’39’’.

El gallo más rápido fue un melado de Pedrianes I con un tiempo de 0’22’’.

 

Gran Canaria

I Torneo de pollos La Recova, clasificación:

1º Roal, con 4 puntos y un tiempo de 3’29’’.

2º Orilla II, con 4 puntos y un tiempo de 4’49’’.

3º El Canelo I, con 4 puntos y un tiempo de 5’38’’.

El gallo más rápido fue un pinto, de Los Quemados, con un tiempo de 0’43’’.



VI Torneo de Verano Gallera Guerra

Clasificación