Esta foto fue tomada en un Campeonato Regional de los de ley, antes de su adulteración. En ella vemos a cinco buenos gallistas.
A la izquierda, Manolo Sánchez, aficionado de siempre de la Villa de La Orotava, y cuya afición, como es tan habitual, le venía de familia. Puntal del partido Norte, hoy castea con Felipe Reyes en la peña El Rincón.
Junto a él, Suso Yánez. Aunque natural de Santa Úrsula, se estableció en Gran Canaria. Allí cuidó temporadas magníficas en la gallera de Telde, derrotando en una ocasión al mismísimo Adolfo Santana “el Pichón”. Hombre y cuidador serio, es una pena no se haya dedicado a la cuida de modo continuado, pero ello no lo ha hecho merecedor de la estima y simpatía general de que disfruta entre la afición.
En el centro, siempre con un puro en las manos o en los labios, Juan Díaz, uno de los grandes casteadores de las últimas décadas en Tenerife. Hoy su hijo, Juan Antonio Díaz, sigue sacando junto a su padre muy buenos gallos.
Una montaña de humanidad se nos aparece luego. Se trata del boxeador López, quien, sin ser casteador, ha sido toda la vida un fervoroso partidario del partido Norte. Hombre muy cordial, pero ¡ojo!, a la vez con un “punch” como un pilón de acero.
Y por último, un representante de la afición grancanaria: Manolo Ruiz, casteador y cuidador aruquense y otro todoterreno de la afición de las islas.
A la izquierda, Manolo Sánchez, aficionado de siempre de la Villa de La Orotava, y cuya afición, como es tan habitual, le venía de familia. Puntal del partido Norte, hoy castea con Felipe Reyes en la peña El Rincón.
Junto a él, Suso Yánez. Aunque natural de Santa Úrsula, se estableció en Gran Canaria. Allí cuidó temporadas magníficas en la gallera de Telde, derrotando en una ocasión al mismísimo Adolfo Santana “el Pichón”. Hombre y cuidador serio, es una pena no se haya dedicado a la cuida de modo continuado, pero ello no lo ha hecho merecedor de la estima y simpatía general de que disfruta entre la afición.
En el centro, siempre con un puro en las manos o en los labios, Juan Díaz, uno de los grandes casteadores de las últimas décadas en Tenerife. Hoy su hijo, Juan Antonio Díaz, sigue sacando junto a su padre muy buenos gallos.
Una montaña de humanidad se nos aparece luego. Se trata del boxeador López, quien, sin ser casteador, ha sido toda la vida un fervoroso partidario del partido Norte. Hombre muy cordial, pero ¡ojo!, a la vez con un “punch” como un pilón de acero.
Y por último, un representante de la afición grancanaria: Manolo Ruiz, casteador y cuidador aruquense y otro todoterreno de la afición de las islas.