miércoles, 1 de agosto de 2012

Argual, 6 de mayo de 1962


En estas reseñas de jornadas antiguas, hemos llegado a 1962, o sea hace exactamente medio siglo. Y vamos a empezar por la isla de La Palma, donde se desarrolló ese año una temporada muy especial. Se iniciaba la larga etapa de peleas en la gallera de la calle Armas de Argual, etapa que llegaría a 1977, con temporadas extraordinarias. Y ninguna mejor que esta para iniciarla, ya que todos los aficionados, en particular los de Los Llanos, la recuerdan por haber cuidado allí Julián Castillo en su única temporada como gallero en el Valle de Aridane. El aficionado más antiguo actualmente de Los Llanos, Rafael Hernández –verdadero pozo de sabiduría gallística– recuerda a Julián como el mejor cuidador que ha pasado por Los Llanos, del mismo modo que muchos de Tazacorte dicen lo mismo de la temporada en que Pablo Amador cuidó allí. Ambos, no hace falta recordarlo, fueron discípulos predilectos y aventajados de Francisco Dorta.
Esta fue una temporada electrizante, con la gallera de La Unión llena hasta los topes. En Tazacorte cuidaban Arnoldo y Manolo “el Velero”, resultando curioso que Arnoldo se había iniciado como ayudante del “Velero” a fines de los años 40, aún un muchacho, en la gallera de Argual.
La temporada constó de 16 jornadas. Primero dominó Tazacorte, aunque sin pasar nunca de las 4 riñas de ventaja. Como vemos por el programa, en la jornada 13 ya lleva Los Llanos una riña de ventaja, que ese día pasa a ser de 2. En la última jornada, Los Llanos lleva 5, y al ganar por 6-1 deja la definitiva en 10 riñas.
En este programa, como de costumbre, las tandas comienzan con un 4.8, pudiendo ir con este peso cualquier gallo que excediera esa cantidad. La mayoría de los que peleó Julián encabezando sus listas eran de Francisco Lavers, que fue quien lo contrató. En esta jornada, en cambio, abría un gallo de Tino Benítez Calero, que fue otro de sus puntales. Entre los restantes nombres destaquemos a José Pulido Medina (“Carola”) y a Adelino Acosta. El zapatero “Carola” fue un gran casteador, que aparece en algunas fotos conocidas junto al propio Julián. De Adelino Acosta nada nuevo hay que decir, llegando su nombre –siempre representado por sus tres hijos– a nuestros días.
Por Tazacorte no falta el clásico Lope Acosta, ni otro de los grandes, Ramos Ferraz, quien, al no pelearse sus gallos ya en Santa Cruz de La Palma, los mandaba a Tenerife o a la Banda. Otros casteadores punteros eran Manuel Martín (“Marruco”), de profesión marcador de plátanos, y Eulogio Rodríguez.
No olvidemos que el nombre que figura es el del propietario del gallo y no el del casteador, lo que hace a veces difícil o imposible conocer el dato central: quién era el casteador de cada gallo. Con todo, viejos aficionados de Los Llanos y Tazacorte podrían decirnos algo acerca de los nombres que aquí aparecen.
Nótese que 9 gallos iban peleados, y que los tres que tenían tres riñas ganaron. A las 5 solo llegó un colorado de Vicente Hernández Sosa (Los Llanos). A las 4 más unas tablas, un melado de Elirerto Galván (Los Llanos) y un colorado de Manuel León País (Tazacorte). A las 4 redondas, aparte los tres de esta jornada, un colorado de Romualdo Lorenzo y un gallino de Ramos Ferraz (ambos, de Tazacorte). El colorado de Agustín Gómez ganaría su quinta a la temporada siguiente, con Israel Vargas cuidando en la Villa y Puerto.
Otros nombres bien conocidos que aparecieron en los programas de esta temporada fueron Juan Antonio Henríquez (quien, por cierto, ha fallecido este año, solo enterándonos de su óbito recientemente), Mateo Cedrés, Juan Remedios (“el Cambado”), Tomás León (“Maso”), Marcos Acosta.