sábado, 29 de enero de 2022

Una entrevista al "Foño" en 1946

Pedro Pérez Brito, conocido en la afición gallística como "El Foño", fue uno de los más grandes cuidadores de la isla de La Palma. Fue genio y figura, un personaje muy ocurrente y original, algunas de cuyas anécdotas he contado en el DGC.

En su entrada del diccionario, hay que añadir un par de datos. El primero se refiere a la extraordinaria temporada contra Pedro Dorta en Tenerife, cuidando este en el partido Sur de Santa Cruz y "el Foño" en La Espuela. Ganó Pedro Dorta por una riña, pero debe señalarse que en La Espuela comenzó Antonio Salud, y que cuando cogió "el Foño" el partido tenía 6 riñas en contra. En segundo lugar, supimos que "el Foño" estuvo como ayudante de Pepe Palmero en el partido de Abajo, la primera de las tres gloriosas temporadas de Pepe en este partido. Quizás empezó también la segunda, por lo que ya estamos en 1954, una fecha en que ya poco le quedaba de vida.

Las dos temporadas del "Foño" contra Pancho en Santa Cruz de La Palma se cuentan entre las mejores de todos los tiempos en aquella isla. En la de 1945 ganó "el Foño" por 4 riñas, pero en la siguiente ya Pancho, sin novatadas, pudo sacarle nada menos que 19. Esta entrevista en el Diario de Avisos pertenece a esa segunda temporada, y aunque "el Foño" aún se muestra esperanzado, ya tiene una desventaja de 11 riñas, que no haría sino aumentarse.

domingo, 23 de enero de 2022

La Palma, 1904

En el año 1904 había muchos periódicos en Santa Cruz de La Palma, incluso más que en 1927, la temporada de que hablábamos hace una semana.

En El Heraldo volvía a firmar grandes crónicas Seyers, mientras que en Crónica Palmera lo hacían el Gallo de Pasión y el Gallo de San Pedro, siempre con muchos versos por medio.

Fue otra temporada de gallos de mucha fama, como "Brindis de Sala", "Etiqueta", "Brillante", "Papujo", "Pata de Palo", ·"Tabaiba", "Bólido", "Buen Vino" y "Guindilla". Se peleaban como de costumbre gallos de la Banda, pero también de Las Palmas. Una de las jornadas enfrentó al "Golfo" de cinco riñas de Aridane contra "Relámpago" de Las Palmas, que acabó con su trayectoria.

Sorprendente es la siguiente crónica del Gallo de la Pasión, ya que nos descubre haciendo trampas con la pesa nada menos que a don Pedro Cuevas Pinto, el principal aficionado del partido de Arriba. Pero la cosa se toma con humor y se resuelve a las buenas, al contrario de lo acostumbrado:

Peor fue en mis últimos años de aficionado ver, en la gallera del partido de La Espuela, cómo de pronto venían los gallos ya pesados del salón, sin que ningún aficionado de los antiguos ni rechistara. La "moda" no perduró, pero sí que me cuentan utilizan hoy pesas modernas, lo cual es una perfecta estupidez y otra patada a la tradición. No me opongo a innovaciones con sentido, y en este caso de las pesas qué mejor solución que seguir con el sistema de siempre y, para el caso de una duda, resolverla en un paripé con las pesas modernas.

También de Crónica Palmera es este recorte sobre un gallo huido. El Pitera a que se refiere es Manuel Pitera, famoso cuidador de Tazacorte, que le ganó en 1902 nada menos que al gran don Rafael Caballero, cuidando este en Los Llanos, su pueblo.

Por último, aunque ya lo hemos publicado una o dos veces, he aquí el antológico poema aparecido en Crónica Palmera el 2 de marzo, lleno de términos gallísticos. La mayoría siguen vigentes, otros ya no se usan (como "degüello de espuma", o sea un degüello superficial) y de alguno no tenemos ni idea (en concreto "descorbo").

domingo, 16 de enero de 2022

La Palma, 1927

Veamos hoy dos portadas del Diario de Avisos del año 1927. Entonces este era un periódico de palmeros para palmeros; hoy es un pasquín abyecto al servicio de las élites financieras especializado en mentir, manipular y aterrorizar a la población canaria. Entonces informaba de las peleas de gallos en su primera página; hoy hablaría de gallos tan solo para denigrar a esa afición.

Francisco Lugo se salta esta temporada en su libro sobre los gallos en Santa Cruz de La Palma, algo poco comprensible cuando disponía de mucha información no solo en el citado periódico sino en el titulado La Lucha (¡dos periódicos independientes en la capital palmera  en 1927... y luego nos hablan de "progreso"!).

Las dos crónicas que presento las firman "La vida es un chinchorro" y "Gallicida", pero también hay crónicas de "Ballena", "Un miope", "Virgilio", "Varajunda", "Aniceto" y "Ya me pagarás inglés". Supongo que al final serían dos o como mucho tres cronistas, cambiando de firma. Pero algunos de los seudónimos son en verdad impagables.

Esta temporada no se celebró en el Circo Marte, sino en el Parque de Recreo. A la vez, como en la temporada anterior, existía el partido del Centro, que peleaba con el de La Aldea, de Argual.

La primera crónica corresponde a la sexta jornada de contrata, y en ella pelearon tres gallos famosos: "el Barajunda", que ganó su tercera siempre haciendo honor a su nombre y sería un gran gallo de casta, "el Banderita", que ganó su tercera, y "el Cabeza de Perro", que sucumbió a pesar de ser "celebérrimo". Entre los casteadores aparece uno de los grandes de La Palma: don José Ramos Ferraz.

Abajo ganó por 3-2, y al final sacaría 8 riñas de ventaja, con un cerdón (5-0) en la última jornada. Su cuidador era Rosendo Hernández (como el famoso jugador y entrenador, que era también de Santa Cruz de La Palma, y váyase a saber si hasta no era su hijo), más conocido por "Gangarria". Debía ser un muy buen cuidador, ya que dos años antes había doblegado nada menos que al "Foño". Sabemos, eso sí, que tuvo muchos gallos de Tazacorte.

La crónica de "Gallicida" nos lleva a unas peleas de fin de temporada entre una coalición de la Banda y el partido de Arriba. Gana Arriba por 5-2, o sea que mientras en la capital se peleaban diez gallos, para estas riñas subían a la valla catorce, que era lo que se hacía en las Las Palmas y Tenerife. Aquí el nombre que destaca es el de don Saturnino Pérez, de Tazacorte, seguramente el más grande aficionado y casteador que ha tenido la Isla Bonita, si bien la pelea estelar fue la tercera, como verá el lector. Se nos dice también que, por su parte, el partido de Abajo peleará en Argual con la coalición de la Banda



p.s. Por curiosidad miro una foto de Rosendo Gangarria, en la página 21 del libro de Francisco Lugo, y sí que se me quiere parecer al inolvidable Rosendo Hernández, uno de los mejores futbolistas de la isla palmera y gran entrenador de la Unión Deportiva Las Palmas; a su lado, sentado, don José Ramos Ferraz, cuyos fabulosos gallos serían maravillosamente cuidados por Pancho y por Pepe Palmero:

sábado, 8 de enero de 2022

Campeonatos de casteadores

Francisco Abreu y García

Francisco Abreu y García  nació en 1861 y murió en 1912, con solo 51 años. Fue una figura política y médica muy importante para la sociedad palmera, que lo recuerda en una calle de la capital.

Estudió en La Laguna y luego en Sevilla y Madrid, convirtiéndose en 1890 en licenciado médico y cirujano. Ejercería en su ciudad natal, llegando a ser muchos años director del Hospital de los Dolores, donde llevó a cabo infinidad de operaciones. Fue conocido como "el amigo de los pobres", ya que no solo visitaba gratuitamente a los enfermos necesitados, sino que hasta les dejaba el dinero para los medicamentos de que precisaban.

En el terreno cultural, Francisco Abreu creó la sociedad La Unión, que celebró el primer certamen literario de Canarias, y fundó un periódico con el mismo nombre. También inauguró la primera biblioteca pública de la isla de La Palma, e impartió numerosas conferencias.

Tenía una quinta en El Brezal (Breña Alta), donde criaba gallos. Y es que fue un enorme aficionado a los gallos finos. Él fue quien hizo la casa del partido de Abajo, a fines de siglo. Fue jefe de valla, soltador y casteador, y tuvo muchos gallos famosos, de nombres pintorescos: "el Antifaz", "el Asesino", "el Ranchero", "el Molinero", "el Peón", "el Buen Vino", "el Albéitar" y "el Agua de Malva". En la temporada de 1904, hubo una jornada en que pelearon cinco gallos suyos, o sea la tanda completa, ya que antiguamente, como es sabido, se casaban cinco gallos por jornada en La Palma. Este resultado de 5-0 era conocido como "cerdón".

Cuando Alfonso XIII, el Borbón de turno, visitó a La Palma en 1906, después de haberse entretenido tirando al pichón en su barco asistió a dos peleas en el Circo de Marte, soltando los gallos don Francisco Abreu y, por el partido de Arriba, don Pedro Cuevas Pinto, que era un prestigioso abogado posteriormente muy beligerante con la dictadura de Primo de Rivera. Ambos iban vestidos de chaqué. A uno de los gallos ganadores, en un combate de seis minutos, lo bautizaron "Alfonso XIII"; volvió a ganar varias peleas, hasta que acabó perdiendo con otro gallo al que rápidamente pusieron "la República".

sábado, 1 de enero de 2022

Un reportaje sobre Álvaro Tapia

Álvaro Tapia fue uno de los mejores aficionados a los gallos que ha tenido la capital tinerfeña. Venía de familia gallística y yo lo traté al final de su vida, facilitándome material muy valioso para el trabajo que yo estaba haciendo. Era persona simpática y cordial. Nos reunimos varias veces en una terraza de la Plaza de la Paz, cerca de donde él vivía. Lástima que ya estuviera enfermo, y recién operado, porque hicimos franca amistad. Al poco tiempo, el 12 de diciembre de 2006, moría con 84 años, sin llegar a ver el DGC, donde se le hacía justicia.

Sin ser un gallero de élite, Tapia tuvo sus triunfos. Afirmaba soñar con los gallos, que no solo cuidaba sino también criaba. Recientemente lo nombrábamos aquí, a propósito de sus temporadas en el Norte. He aquí un curioso anuncio de unas peleas contra Pancho, que tuvieron cuatro jornadas. En las anunciadas por el pasquín, celebradas en el Teatro Viana de La Laguna, quedaron 3 y una tabla.


Veamos ahora este programa de 1959, cuando acabada la temporada celebraron un desafío los partidos de San Cristóbal y el Nuevo de Tapia. En el partido lagunero cuidaba el veterano "Caballerito", pero Tapia se impuso por 5-2, ganándole los cinco primeros gallos. Casteaba él entonces con Luis Martín, peleando ese día cinco gallos suyos. San Cristóbal no podía quejarse de nombres ilustres entre sus casteadores: don Silvestre Carrillo, de Santa Cruz de la Palma, don Manuel Álvarez Peña, de Las Palmas, don Eduardo Pérez Ascanio, don Florencio González... Este programa nos recuerda otro de los espacios laguneros en que se celebraron peleas: las Galerías de la Calle Carrera, en pleno centro de la ciudad, como el Teatro Viana (de un lugar a otro no debían tardarse ni dos minutos).


De otro gran triunfo de Tapia, sobre Domingo Prieto, hablamos en otra crónica. Corresponde al año en que cuidó en Teguise, donde dejaría buenos recuerdos.

Y por fin he aquí el reportaje que le dedicó La Opinión en el año 2000, y donde habla de su trabajo como ebanista y, por supuesto, de su afición a los gallos: