Hoy
vamos a reproducir un suplemento que La Provincia dedicó en 1996 a
Antonio Bolaños, figura fundamental de la afición gallística galdense a lo
largo de medio siglo.
Sin
ser un gallero a pleno tiempo, ya que su trabajo en el agua se lo impedía,
Bolaños preparaba los gallos de aficionados modestos e iba a pelearlos donde
fuera. Hizo varias temporadas en Tenerife contra el partido de Güímar, y en esa
isla hizo muchísimas amistades, ya que, sin nunca proponérselo, Bolaños se
granjeaba la simpatía de la gente. Para Adolfo “el Pichón”, no había aficionado
más entusiasta que Bolaños.
En
su gallera de la Montaña se celebraron infinidad de peleas. La primera vez que
estuve yo en Gáldar para asistir a una jornada, recuerdo que le pregunté a unos
vecinos que había a la entrada de la ciudad por Bolaños y en seguida me
indicaron el camino, añadiendo uno de ellos: “¿Bolaños? Ese es más famoso que
el Valbanera”.
No
sé si ya, en estos años de miseria, se siguen haciendo peleas en la Montaña de
Gáldar, pero sí que Bolaños las hacía a su aire, pasando por completo de la Federación,
algo por lo que yo lo felicito. Y es que ninguna Federación podría dominar al
indomable Antonio Bolaños.
Este
reportaje gráfico pertenece a unos tiempos en que aún se podía publicar en los
llamados “medios de comunicación” algo sobre gallos sin que saliera de
inmediato una chusma burra y vociferante a insultarnos. Por desgracia, los
periodistas, a los que caracteriza en general, como a los políticos, su
cobardía y su ignorancia, también se han adaptado a ellos.
Pero a Bolaños, como a
todos los que hemos sido aficionados a los gallos, no nos pueden prohibir la memoria...
¡ni quitarnos lo bailado!