sábado, 30 de mayo de 2020

Lope Acosta y otros casteadores de Tazacorte

Pasados no los años sino los siglos, casi que podría afirmarse que Tazacorte ha sido la patria por excelencia de los gallos canarios. Ahí han estado castas seminales desde al menos don Saturnino Pérez, que llevaba gallos increíbles a la catedral del Cuyás en los tiempos gloriosos del Músico. Y aún hoy es allí donde están los gallos más fieros y bonitos de Canarias.
Ya lo he dicho en alguna ocasión: es en Tazacorte donde debería haberse creado el Museo Gallístico de Canarias, al que yo hubiera donado, por ejemplo, la maravillosa cajita de espuelas que tenía el Músico, hecha por él mismo, con siete pares de huecos para insertar las armas de los gallos que peleaba en cada jornada.
Después de don Saturnino ha sido Lope Acosta el casteador emblemático de Tazacorte. Hoy lo recordamos con el artículo que le dedicó José Antonio Pulido en El Día, 24 de enero de 1991. Casteador y presidente de La Espuela algunos años antes, José Antonio Pulido escribió varias temporadas sobre las peleas en Tenerife, y realizó la última entrevista al Músico.


La siguiente foto me ha dado algunos quebraderos de cabeza.  Me la regaló creo que Arquímedes Acosta, y no está en el DGC (ya que la conocí con posterioridad a su publicación), pero sí aparece en la galería fotográfica de este blog. El personaje central es el que plantea problemas, ya que alguien me lo identificó como “Frasquito”, el gran corredor de Las Palmas que llegó a cuidar en la capital palmera entre 1951 y 1953. Al parecer, se trata de Manuel Martín, conocido como “Marruco”, que era marcador de plátanos de Tazacorte. Una foto más juvenil en una página de Tazacorte ofrece semejanza. A la izquierda está David Acosta (tío de Arquímedes y conocido como “Cascote”) y a la derecha Lope Acosta. Agachado, otro gran aficionado bagañete, Juan Miguel Lorenzo, conocido por “Catalino”. Se agradecería la confirmación de todo esto, y hasta puede que alguien sepa quién es el prócer de la fotografía enmarcada. Por desgracia, nadie parece interesarse por colaborar con estas notas sobre nuestra historia gallística.


Esta foto de Lope Acosta con dos de sus embalados también está en la galería fotográfica; añadamos aquí que son padre e hijo y que hicieron cada uno siete peleas cuidados por Toño el Rebotallo en sus años apoteósicos, que por cierto, desde entonces, nadie ha logrado igualar, ni ya se podrán igualar.


Remito a otra entrada del blog en que vemos a Nesmel Acosta y José Carlos García Artiles con dos descendientes del primer embalado, demostración palpable de que fueron gallos de tremenda casta.
Aún no he repasado este blog de Espuela y Fiscorno para saber con exactitud qué es lo que he ido publicando en él. De ahí que al hacer el artículo en homenaje a José Carlos García Artiles se me escapara que aquí mismo le había hecho una estupenda entrevista Fernando Ojeda, a la que ahora, encadenando temas gallísticos, aprovecho para remitir:
Y termino con dos fotos curiosas. Son de la Isla Bonita, pero sin que se precise de qué lugar de ella: