El único discípulo de Pancho que logró ganarle fue Pepe Palmero en 1948, pero Pancho le ganó las otras tres veces en que se enfrentaron. A “Pola Vieja” le dio una cuerada en 1961, y ahora, en 1965, se la da a Domingo Prieto. Con Julián nunca se enfrentó.
No quería “el Músico” que apareciera su nombre en el programa, así que no constan los nombres de los cuidadores. El corredor era Anastasio, que aquí, cuando ya no era un muchacho, pudo aprender lo que luego sabría de gallos, aunque no fue un cuidador tan fino como los discípulos citados de Pancho.
En esta jornada y en la siguiente, Pancho ganó por mantilla, resolviendo así la temporada. Obsérvese que, gracias al apunte de don Florencio González, sabemos que el melado de don Eduardo Pérez de Ascanio traía de la temporada anterior nada menos que 5 peleas. Su otro melado ya reñido venía a nombre de Tomás León Sánchez, o sea el gran cuidador palmero “Maso”, siempre tan gratamente recordado por los aficionados. Otro dato curioso de esta temporada, y que este programa registra, es que Domingo Hernández Luis tuvo gallos en ambas galleras, y de mucha calidad. Quizás los tuvo también en el Norte, su partido, que esta temporada solo celebró unas cuantas jornadas con San Cristóbal.
La Espuela no debía andar bien de gallos, porque los dos primeros se huyeron, y eso que el gallino de Marcelino había ganado 3 riñas. Solo el giro de Casañas y Asdrúbal escapó de la quema.
Es una pena no tener los programas de las peleas de San Cristóbal con San José que se celebraron a final de temporada, porque fueron el canto del cisne del “Músico”. El 17 de junio, en el Viana, ganó por mantilla rabona, y tres días después, en Las Palmas, por capote. Por tanto, Pancho sopló su fliscorno gallístico por última vez, potente y afinadísimo, el 20 de junio de 1965 en el Circo Cuyás de sus tiempos más dorados. ¡No podía pedir más!