ESPUELA Y FISCORNO: Cumbres borrascosas

Antonio Santiago, gallera La Espuela

Nicolás Lezcano

Con el título de este clásico de la literatura universal podríamos definir la 11ª jornada del triangular tinerfeño, entre La Espuela y Güímar. Como en la novela hubo pasión y desamor pero con un trasfondo hostil y hasta desagradable. La jornada empezó con retraso, con tensión en la grada, en la valla y hasta en la mesa, más crispación de lo habitual, y hasta el supuesto ganador de la rifa se esfumó sin dejar rastro.

Hubo decisiones de la mesa discutibles pero, en opinión de este cronista, si un partido se niega a nombrar un jefe de valla solo le queda el derecho al pataleo.

Todos los pleitos empezaron bien, con mucha espuela, pero salvo cuatro los demás terminaron en tablas por ineficacia de los bregadores. El resultado fue un 2-1 para los güimareros.

En la primera riña, y más esperada de la jornada, entre un colorado de espectaculares naifes naturales, de peña Tejina, y un blanco, con tres medallas, de Nicolás Lezcano. Esta vez el veterano no parecía el mismo y en segundos los sables del tejinero lo tenían desarbolado, al tercer minuto sin luces y prácticamente sometido, pero negado a caer. Ofendido y buscando gallo, remontó, e igualó al capitalino. A partir del sexto minuto se entabló un trepidante tiro a tiro que nunca sabremos en qué habría terminado de no haber sonado la campana. Tablas en 10’00’’.

Segunda. Un giro, con espuelas naturales amarillas y dos medallas, de Peña Tejina, perdió ante un giro, de Juan Díaz e hijo. El veterano empezó haciendo valer sus armas pero el sureño lo paró y un minuto después lo remachó, en 2’11’’. (0-1).

Tercera. Un colorado de Yakuzacan entabló con un pinto de DR. Espectacular intercambio de estoques que mermó las facultades a ambos; el espuelino buscando recursos, a media luz y finalmente a oscuras, y el güimarero privado y desorientado varias veces, y confundiendo a la grada. Ninguno encontró las llaves del triunfo y tablas en 10’00’’.

Cuarta. Un colorado de Yakuzacan ganó a un giro de Palmerito II. El güimarero se llevó la peor parte, tocado de sentido y encorbatado, pero no cedió ni un trozo de tierra, hasta finalmente caer de tijeras en 3’48’’. (1-1).

Quinto pleito. Un colorado de Guadaña hizo tablas con un giro de Hnos. Sosa. El capitalino, enfarolado y precipitado, pareció imponerse en los primeros compases, pero el sureño, más sereno y centrado, fue de menos a más, haciendo un concienzudo trabajo de demolición que lamentablemente no pudo culminar en el tiempo reglamentario.

Sexta. Un semigallo de Yakuzacan empató con un melado, repetido, de Las Lajas. Los primeros minutos fueron intensos, parecían mercenarios rusos y ucranianos, hasta que en el último tercio el espuelino se quedó sin fuelle y el sureño inofensivo como un peluche, hasta cumplirse el plazo de rigor.

Séptima riña. Un colorado, de preciosas espuelas naturales bicolor, de Peña Tejina también entabló con un retinto de Hnos. Sosa. El capitalino, muy castigador, y el sureño, envenado en el tercer minuto, capeando el temporal y haciendo su pelea pero, tras el sexto minuto, y siguiendo la tónica del día, uno se arrió y el al otro se le derritieron los estoques. Tablas en 10’00’’.

Y en la octava Un melado de la peña Barranquillo, bien peleado pero sin luces en el cuarto minuto, cayó ante un retinto de Hnos. Sosa que lo tuvo a placer hasta ganar en 5’35’’, logrando los dos preciados puntos de la jornada. (1-2).

Resultado que deja la siguiente clasificación:

1º Los Revuelos/El Agujero, con 12 puntos.

2º Güímar, con 6 puntos.

3º La Espuela, con 4 puntos.

En la segunda y definitiva jornada de la contrata entre el Partido Norte y Los Revuelos, los norteños volvieron a dar un repaso a los silenses, esta vez por 6-2, obteniendo una ventaja de 10 riñas.