Bastión de la afición del
Norte de Tenerife durante años incontables, don Cecilio Acevedo se mantuvo en
los gallos hasta el final de su vida. Tuve la suerte de tratarlo y de admirar
su personalidad recia, de canario de la tierra hasta la médula. A mí me hacía
pensar en un roble, como si su naturaleza fuera también arbórea, pero de un
árbol con el que no podía ninguna vulgar tempestad. Esta entrevista que le hice
en el verano de 1999, y que se complementaba con la de don Antonio Casañas,
también aquí reproducida, nos permite volver a escuchar sus palabras.
Una sola observación: al
hablar del “Perillón”, por alguna confusión (seguramente error mío al
transcribir) dice don Cecilio que lo preparó Pancho, cuando los cuidadores de
La Espuela que lo subieron a la valla fueron solo Caballerito y el Foño. Pancho
en 1947 y 1948, los años del “Perillón”, estaba cuidando en Triana.