domingo, 3 de octubre de 2021

Temporada de 1992

En la temporada de 1991-1992, Adolfo Santana (“el Pichón”) vuelve a Arrecife, vuelve a enfrentarse al palmero José Carlos Rodríguez (“Caballo de bastos”) y vuelve a ganarle, ahora por 9 riñas. Se pelearon bastantes gallos de la isla, y Arrecife dominó toda la parte final de la contrata. El gallo campeón fue un retinto de José Rodríguez (“el Venezolano”), que ganó tres peleas y entabló la cuarta. En la penúltima jornada, al proclamarse campeón, los aficionados le regalaron a Adolfo un simpático trofeo viviente: un pichón, con el que lo vemos en la fotografía:


En esta otra foto aparecen, de izquierda a derecha, Aureliano Negrín, Óscar Pacheco, Adolfo, Antonio Hernández (“el Morrocollo”), Marcial Martín Bermúdez, José Luis Cabrera y José Luis Aparicio. Grandes aficionados, todos. De Aureliano Negrín hablamos recientemente. Óscar Pacheco, persona encantadora mucho me ayudó en Lanzarote cuando pasé allí varios días reconstruyendo la afición gallística lanzaroteña de la segunda mitad del siglo XX. José Luis Cabrera era ayudante ese año del “Pichón”, y con él aparece en la primera fotografía. José Luis Aparicio soltaba por su partido.


Por desgracia, ya la elegancia iba desapareciendo del espectáculo gallístico, y ver sobre la valla a cuidadores y soltadores vestidos con chandal y calzando tenis, como si los gallos fueran un vulgar deporte, comenzaba a ser moneda corriente.

Nada sé de Gran Canaria este año, salvo que Jesús Yánez (“Suso”) en Telde-Las Palmas se impuso a Paco Falcón en Arucas-Cardones.

En la Guerra, Quico Acosta se sitúa en la cúspide al ganarle por 10 riñas al prácticamente invencible Toño Hernández (“el Rebotallo”), que había sido contratado por la Nueva para interrumpir la racha de Quico, quien sin embargo gana por tercera vez en su feudo de la Guerra. Fue una gran contrata, con gallos muy buenos tanto de la capital como del Valle. Un retinto de Lope Acosta ganó cuatro peleas en 7 minutos y 20 segundos.

He aquí un programa, perteneciente a la quinta jornada:


En la Banda, Tazacorte con Tomás León (“Maso”) se impone por 13 riñas a Roberto en Los Llanos, tras una primera parte de temporada muy igualada. El ayudante de Roberto fue Pedro Pérez, quien llegaría a ser un buen cuidador.

En Tenerife Florencio Hernández (“Fisio”) se desmelena y le inflige 23 de ventaja a Jorge Benítez en Güímar. Son los años dorados de la historia reciente de Garachico, con fenomenales gallos de Peña Ucanca, Peña Arango, Filiberto López, Álvaro González, Peña El Boquerón y Peña Las Arenas. Era una afición pequeña pero muy unida. Y Güímar contaba también con buenos gallos. Recordamos un melado de Peña Ucanca y otro de Peña Arango (que había sacado muy buenos casteos con gallos ya no recuerdo si jerezanos o asturianos), cada uno de cuatro peleas.  Yo vi todas las jornadas, en el convento de San Francisco de Garachico (el mejor recinto gallístico del Archipiélago, donde ya se veían peleas unos cien años atrás) y el salón de las Cuatro Esquinas de Güímar.

Este es el programa del capote, en la jornada once:


En el Norte, Pablo Amador vive su última temporada, cuando contaba con 65 años. Nada podía hacer ante él Nerín, quien perdió por 23 riñas, no dejándole ganar “Pola Vieja” ni una sola jornada. En la primera ganó Pablo por mantilla rabona en 17 minutos. También vi yo todas estas peleas, en el cuartel de San Agustín de La Orotava y el Teatro San Martín de la Capital.

Este es el programa de la última jornada:


Otra mantilla rabona obtuvo Pablo Amador en esta temporada, pero muchísimo más importante, y de hecho uno de sus grandes triunfos deportivos. Veamos cómo se anunciaba el Trofeo D. Eduardo Pérez Ascanio:


Lo de “la Bolsa” tuvo su enjundia, ya que llegó a hablarse de una maleta venida de Venezuela con el equivalente de un millón de pesetas. Fuera como fuera, la expectación era la máxima que yo he vivido jamás en nuestra afición. Dada la calidad excepcional de los gallos de Garachico y lo muy bien que subían a la valla, y a la vista de que el viernes Güímar le había ganado al Norte por 5-2, los pronósticos se inclinaban hacia el partido de la Isla Baja. Pero si Fisio los llevó bien, su maestro los llevó en un estado de cuida insuperable. Los gallos mejor presentados que yo he visto en mi vida. Puro deseo. El colorado de la tercera se le escapaba a Pablo de las manos. Luego le preguntaron al ilustre bodeguero de Santa Úrsula Genaro Martín, a cuyo nombre iba, que dónde lo tenía guardado, respondiendo: “En la bodega, bebiendo vino”. Igual de tremendo venía el melado de Víctor Barreto de la primera. La segunda fue tablas y la tercera y la cuarta las ganó el Norte. Como en la quinta el melado de Peña Ucanca le ganaba al colorado de Lope Acosta, aún podía darse un empate a 3 y una tabla, pero el colorado de Pérez Ascanio hizo una gran pelea y ya le dio el triunfo definitivo a “Pola Vieja”, que redondeó con el giro de Felipe Reyes, otro gallo buenísimo.  Fue todo un concierto de espuelas, y la verdadera despedida del último gigante de la cuida gallística canaria.

He aquí el programa de tan extraordinaria jornada (la fecha, como es fácil advertir, aparece equivocada):


Señalaré que el gallo de la cuarta venía cambiado, y era de Manuel Espejo. Esto revela lo peligroso que es fiarse de la información de un programa retrospectivo. Muchos errores habré cometido yo al tomar los programas como ciertos, pero es inevitable. Ni un solo partido de Canarias tuvo jamás unos archivos, con lo fácil que hubiera sido conservar la documentación (programas, contratas, fotos, recortes periodísticos) pasándola cada secretario de partido a su sucesor. Por ejemplo, en Santa Cruz de La Palma, no fuera porque Nerín y Pancho (Francisco Martín Cabrera) conservaban programas de muchas temporadas, hubiera sido imposible reconstruir la historia gallística de aquel lugar tan importante a lo largo de las décadas de los 70, 80 y 90.

Yo hacía ya mis pinitos como rudimentario fotógrafo de las peleas, y estas fueron las que saqué ese gran día. En la primera vemos a los dos cuidadores sobre la valla, maestro y discípulo. En las otras Pablo Amador es jaleado por la afición, como en sus días de gloria en San José o como el día en que le ganó al “Morete”, y también lo vemos consultando el programa con una pluma en la boca, una de esas fotos que hacen la felicidad de quien anda cacharro en mano.





En el Campeonato Regional, celebrado en Lanzarote, La Palma y la isla anfitriona entablaron a 3 riñas y una tabla en la final, ganándole a los palmeros el octavo gallo. Luis Martínez publicó un estupendo folleto, que venía a completar el que había sacado sobre Gran Canaria. Mientras tanto la provincia de Tenerife vivía dormida en los laureles, sin nadie capaz de un gesto de generosidad como el de Luis Martínez. Honra le sea dada a aquel aficionado inolvidable.

Cierro con algunas fotos que fueron apareciendo en El Día, acompañando las crónicas de “Pica y Bate”. En ellas vemos, sucesivamente, a Roberto, Quico con Antonio Lorenzo (gran casteador), Fisio, Toño con Valentín y Maso con “el Zepelín”: