domingo, 1 de agosto de 2021

Temporada de 1989

Viajamos por el túnel del tiempo esta vez a la temporada de 1988-1989.

Comenzando por Tenerife y por la contrata histórica Norte-La Espuela, tenemos en el partido del Valle a Pablo Amador y en el de La Espuela a Álvaro Tapia. Ninguno de ellos terminó la temporada, por diferentes motivos. Pablo Amador tuvo que operarse y lo sustituyó Paco Falcón, que logró subir la ventaja de 9 a 22 riñas. Álvaro Tapia, con demasiada desventaja, se marchó ocupando su puesto Jorge Benítez, que era su sustituto. Jorge ganó por 4-2 y 5-2 ya hacia el final, reduciendo pues en 5 riñas la ventaja que llevaba el Norte. Estas no fueron todas las tribulaciones en el partido de la Vuelta de los Pájaros, ya que comenzó como cuidador el palmero Miguel Acosta, que lo dejó al cabo de una semana.

Las peleas se celebraron en el Terrero de El Sauzal y en el Cine San Martín de Santa Cruz. Los presidentes de los partidos eran Manuel Espejo por La Espuela y Pedro Acevedo Castro por el Norte.

El resultado clave fue sin duda la mantilla del Norte en la sexta jornada, última con Pablo. Y si este llevó siempre los gallos con mucho fuelle, sanos, cuidados y bien presentados, su sustituto aruquense no le fue a la zaga. Hubo tres gallos que llegaron a las cuatro riñas: un naranjo de Víctor Barreto, otro de Luis Machado y un canabuey de Peña Las Tapias. Por La Espuela, un colorado de Francisco Martín ganó su quinta y un colorado de Juan Díaz y un melado de Espejo su tercera.



En este programa, el único que tengo, vemos al naranjo de Luis Machado encabezando la lista del Norte en el día en que ganó su cuarta riña. Iba a nombre del Bar Remache, castiza casa de comida de La Orotava que pertenecía al “Remache”, uno de los Hermanos Crusanteros y uno de los aficionados más entusiastas del partido. Recuerdo perfectamente, cuando yo iba a las peleas en el Parque San Francisco acompañado por Paco Lemus, el librero que era precisamente sobrino del “Remache”, ver en la barra tras las peleas, un domingo, a Paco Falcón y Pedro Cabrera, que entonces soltaba por el Norte y que formaba parte de la Peña Las Tapias, que en el programa peleó este día un gallino. Los restantes casteadores del Norte son clásicos: Manuel de León, Víctor Barreto y Pérez Ascanio, por no hablar de Palmerito y Felipe Reyes, que tantos gallos buenos sacarían en las décadas siguientes. También conocí a Domingo Escobar, aficionado orotavense de los partidos Norte y Garachico por aquellos años, muy amigo de Antonio el Crusantero.

Palomares, Eusebio Mora, Manuel Espejo y Alfredo Martín eran puntales de La Espuela, y no sé si Francisco Luis Martín es Francisco Martín, el gran aficionado y soltador del partido capitalino, que era como persona pura simpatía.

El programa registra como cuidadores los nombres de los que comenzaron la temporada, pero realmente cuidaban en el momento Jorge y Paquito. En la siguiente foto, vemos sobre la valla a Álvaro Tapia y Jorge Benítez, que es con quienes comenzó La Espuela:



La contrata entre Garachico y Güímar la ganó Güímar por 19 riñas. En Garachico comenzó Polo, pero en enero lo sustituyó Carmelo Acosta. Anastasio Acosta cuidó por cuarta y última vez en Güímar. Por Garachico, buenos gallos de Filiberto López, Peña Las Arenas, Luis Pérez de Castro, Álvaro González; por Güímar, de Chicho y Mederos, Horacio Pulido, Alfredo Martín, Agustín Delgado, Gonzalo Alberto, Justo Jorge.

*

En la Banda, Toño repitió en Tazacorte y se desquitó de su extraño tropezón con Maso el año anterior. Ganó por 7 en una temporada muy regular, ya que desde la segunda jornada tomó el mando, sin sacar nunca mucha ventaja. De nuevo peleó muchos gallos de José Rodríguez “el Venezolano”, y también de Díaz y Pérez y los Melini. Se recuerdan un gran blanco del primero, con cinco riñas, y un colorado de Tito “el Cañero” por Los Llanos, así como un bragado de Miguel Camachita y un pinto de Rodríguez y Martín, ambos por Tazacorte.

Acabada la temporada hubo en el Camilo León de Los Llanos un desafío entre el Norte y los dos partidos de la Banda, que ganaron estos por 5-3. He aquí el programa:


En la capital palmera, Nerín hacía una muy buena temporada, al coger la Nueva con 4 en contra en la jornada novena y acabar ganando por 11. Tuvo muchos gallos de Tazacorte y Los Llanos, sobre todo de Lope Acosta, Manolín Gómez, Crispín Rodríguez y Adelino Acosta, aparte los habituales de su gallera. Fue otra gran temporada de los retintos de Lope, uno de ellos añadiendo tres riñas a las tres que había ganado el año anterior. La Guerra tuvo casteadores de la zona casi todos, con destaque para la Peña Sur.

*

En Gran Canaria, Martín Díaz informó jornada a jornada de la temporada, que es la última que cubrió. Tanto él como Vinicio Marcos se quejaron repetidamente del deprimente espectáculo de las peleas interminables.

Adolfo en Arucas volvió a ganarle a Suso en Telde, por 9 riñas. La temporada estuvo reñida, ya que esa ventaja solo se dio en la última jornada, mientras que casi siempre la ventaja de Arucas fue de 2, 3 o 4 riñas. Soltaron Antonio Hernández y Domingo Díaz, dos señores de los gallos. Las casas de gallos estaban en La Pardilla (Telde) y la Trasmontaña (Arucas). Los presidentes, como en toda esta época, fueron Antonio Hernández y Miguel Machín.

Esta fue otra excepcional temporada de Juan Rodríguez Drincourt y de García y Mesa, siguiendo en la clasificación de casteadores hecha por Martín Díaz el tinerfeño Víctor Barreto, Gumersindo Toledo, Eugenio Ojeda, José Estévez Pérez, Argeo Hernández y Esteban Rodríguez Olivares.

El colorado de “La Única”, cuya historia ya hemos trazado aquí, ganó con Adolfo su sexta y su séptima peleas, pero también Rodríguez Drincourt tuvo un sensacional giro verde. El colorado había ganado cinco peleas el año anterior, en un tiempo total de 28 minutos, siendo fuera de serie la quinta, de seis minutos, contra un gran colorado de García Cuyás y Adolfo de la Torre que tenía también cuatro peleas. Esta temporada gana en las jornadas cuarta y catorce, en la cuarta a un melado de Pérez Vidal y en la catorceava a un giro de los Hermanos Acosta Rodríguez. Esta fue su pelea más larga: 17 minutos, pero fue una pelea muy interesante. El colorado, arriero como siempre, se las ve ante un gallo de mucha espuela. Se castigan y pierden fuerza, caminando hacia las tablas, cuando el colorado ajusta puntería y de certero tiro deja k.o. al giro en medio de un enorme clamor.

Pero se vieron otras peleas muy buenas. En la novena jornada, un colorado de tres riñas de García y Mesa, pícaro, sortea y regatea al melado de Domingo Díaz delante mismo de su pico, para luego, con salidas largas, obtener ventaja en los encuentros. Este es el típico gallo canario “jugador”, el gallo sin lugar a dudas que más me ha gustado siempre ver pelear.

En la jornada catorce, el magnífico giro de Miguel Jiménez Jorge, que había ganado una riña en la temporada anterior y ya tres en la presente, tuerto y cogido por debajo, cuando ya se cantaba la victoria del giro de dos peleas de Rodríguez Drincourt, de fenomenal tiro lo degüella y mata. Una jornada con dos peleas extraordinarias no es muy frecuente.

Por último, en la jornada siguiente hubo otra riña de órdago, entre otros dos estilistas: el gallino de tres peleas de Argeo Hernández y un colorado de don Agustín Cabrera, ganando aquel, aunque por primera vez en combate prolongado.

Todavía los políticos sinvergüenzas (que hoy intentan en su bajeza fascista imponerle a una parte de los canarios las mismas medidas que los nazis aplicaron a los judíos) no habían empezado a hostigar a la afición de los gallos, de modo que aún era posible ver una muestra de peleas en la fiesta del queso de Guía y en la de los almendros en flor de Tejeda, esta dentro de un homenaje al popular Díaz Cutillas (por cierto que un ejemplo de periodista honesto, hoy que no parecen haber ya sino periodistas corruptos y cretinos, del mismo modo que ya no existe NI UN SOLO periódico independiente en las Islas Canarias).

*

De nuevo la provincia de Las Palmas se llevaba la palma en información gallística, ya que en Lanzarote el semanario Lancelot siguió la temporada jornada a jornada.

Hubo buenas entradas y comenzaron los cuidadores del año anterior, o sea Quico en Arrecife y Arnoldo en Teguise. Lamentablemente, la temporada, que fue buena, acabaría muy mal.

En la jornada octava, Arnoldo llevaba 8 riñas, pero no subió a la valla, a causa de los problemas que tenía con la gallera de Arrecife. Gana Teguise por mantilla rabona y reduce la ventaja a 4 riñas. En las cuatro últimas jornadas, el cuidador que lo sustituye es José Carlos (“Caballo de bastos”). Entablados en la última jornada, gana Teguise las seis primeras peleas y la directiva de Arrecife se retira y abandona en la última. En esta jornada, oprobio: una riña, la primera, de... 45 minutos, una verdadera vergüenza, que deja chico todo lo que estaba ocurriendo en Las Palmas.

Lo que nos interesa es que en esta temporada se vieron sensacionales colorados de José Rodríguez “el Venezolano” por Teguise y de Domingo y Felipe por Arrecife. Lo del “Venezolano” es asombroso: ¡ser el mejor casteador de las contratas de la Banda y Lanzarote en la misma temporada! Si por estos años los casteadores de bandera en toda Canarias eran Lope Acosta, Rodríguez Drincourt y Luis Machado, él se lleva este año la palma.

Otros casteadores que deben mencionarse fueron Juan y Montelongo por Teguise y, por Arrecife, los Hermanos González Díaz, la Pena Tarragona y los Hermanos Negrín.

Un gallo memorable fue el melado manzanilla de Adelino Acosta preparado por Quico; ganó cinco peleas en nueve jornadas.

Aquí tenemos la crónica de la jornada novena, con Arnoldo dando su opinión y una gran foto en que aparecen estos extraordinarios cuidadores palmeros que eran él y Quico Acosta.



*

También el Campeonato Regional acabó como el rosario de la aurora. Se celebró en el López Socas y gracias a las crónicas de Martín Díaz tenemos información de las dos confrontaciones de la selección grancanaria.

La Palma le ganó a Lanzarote por 4-2 y Gran Canaria a Tenerife por 4-3, en las semifinales.

Por Gran Canaria, un colorado de Juan Rodríguez Drincourt de una riña le gana en la primera a un gallino de tres de Agustín Delgado. En la segunda, un colorado de Antonio Hernández le gana en “chaparrón de estocadas” que no pasó del minuto y medio a un colorado de una riña de Peña El Boquerón. Las dos siguientes son para Tenerife, con un colorado de tres peleas de Alfredo Martín y otro de Agustín Delgado. Se adelanta de nuevo Gran Canaria con un colorado de una pelea de Domingo Díaz, que le gana en dos minutos a un colorado de dos riñas de Manolín Gómez. Y se califica Gran Canaria con un colorado de Cuyás y de la Torre de dos riñas que se impone a un giro muy bueno de Juan Díaz. Un giro de Manuel Espejo deja en 4-3 el tanteo final. Buenos tiempos en estas peleas, ya que la última, de 9 minutos, fue la más larga.

Lanzarote le gana a Tenerife y se llega a la final con Gran Canaria y La Palma. La Palma gana la primera con un colorado de Álvaro Rodríguez Pérez, que le gana en cuatro minutos a un colorado de don Agustín Cabrera. Empata Gran Canaria con el mismo colorado de Antonio Hernández peleado el día anterior. ¡Casi nada! Tuertos los dos, el de Telde mata a los cuatro minutos al melado de Adelino Acosta. Gran Canaria se adelanta en la tercera con un giro de Rodríguez Drincourt, pero La Palma se adelanta luego con un giro de Díaz y Pérez y un melado de los Melini. Llegamos a la sexta, y resulta que el gallo palmero sobrepasa su peso en más de dos onzas. La pelea la tiene pues perdida y resulta que no hay sustituto. En vez de pasar a la última, La Palma se retira.

Continuaremos estas retrospectivas con un vistazo próximo a la temporada de 1990.