sábado, 7 de agosto de 2021

Pablo Amador: una evocación

De todas las personas que he conocido en el mundo de los gallos, tantas de ellas magníficas y hasta extraordinarias, el de mayor categoría propiamente gallística fue para mí Pablo Amador. Era un cuidador venido de los tiempos gloriosos, que había aprendido con “el Músico” y tocaba su instrumento a la perfección.

Hoy reproduzco la entrevista que le hice cuando murió y a la que la única corrección importante que habría que hacerle es la de que los gallos no le daban con las espuelas como a otros cuidadores de élite. Eso realmente no es cierto. Tenía un sistema de trabajo que convertía sus gallos en duros y briosos, pero cuando quería llevarlos ligeros y espueleros lo hacía, como demostró muchas veces en Las Palmas y como demostró el día en que se enfrentó a la poderosa gallera de Garachico en desafío que recuerdan todos los aficionados tinerfeños. El único discípulo del “Músico” que lo superaba (a él y a todos) fue Pepe Palmero, quien por llevar tantos años con Pancho acabó siendo tan bueno como este.

Lamento no haberlo tratado más, ya que lo conocí cuando estaba ya enfermo. Nos quedó en el tintero una entrevista que podía haber sido un libro. Lo llegué a visitar en su casa y tanto él como luego su mujer me facilitaron todo el material gallístico que él tenía. El Diccionario Gallístico de Canarias lo debí haber dedicado a su memoria.




Continúo con una galería de fotos, aunque sean conocidas todas o casi todas. En primer lugar, con Francisco Dorta (a quien todos sus ayudantes llamaban Don Francisco, por supuesto), cuidando en la gallera de Triana en el año 1948. Tenía Pablo entonces 20 años.



Ya convertido en gallero hecho y derecho, Pablo Amador hace una temporada excepcional en la gallera de San José la temporada de 1953. En esta foto de entrega de premios, vemos de derecha a izquierda a don Rafael Guerra, el cuidador terorense Alejo Yánez, Pepe Palmero (quien estaba cuidando en La Palma), Pablo Amador y don José Araña.



Foto sensacional en el diario Jornada: Pablo levantando el giro con que tumbó al “Morete”, el último gallo legendario de Tenerife, cuyo nombre era el de un famoso goleador argentino que militaba en la U. D. Las Palmas. Pablo, previendo las casadas, preparó especialmente este giro de Peña Las Tapias a nombre de Pedro Cabrera con vistas a enfrentársele al “Morete”, ya que sus características de pelear eran las más adecuadas para contrarrestar las de aquel terrible rival. Este fue uno de los momentos más gloriosos de que disfrutó en su vida profesional.



Foto poco conocida: Pablo Amador con sus tres ayudantes en la gallera del Norte, donde cuidó muchos años. Creo que esta foto es de fines de los años 80, en la preciosa gallera de Santa Úrsula.



Aún no trataba yo a Pablo Amador, y esta foto se la saqué sin contar con él, ya que me infundía algún respeto. Esto fue en su última temporada, en el Norte el año de 1992.


Estamos en el día del desafío entre el Norte y Garachico, 24 de marzo de 1992. Florencio Hernández (“Fisio”) había aprendido con Pablo, y, al igual que muchos de los que estuvieron con él, llegó a ser un excelente cuidador, con grandes temporadas en la década siguiente. La última vez que hablé con Pablo Amador, en su propia casa, le pregunté (de la manera menos periodística posible) por los mejores cuidadores que para él había entonces en Canarias. Me dijo: “Quico y Florencio”, para añadir de inmediato: “...y el Pichoncito”.