lunes, 22 de julio de 2013

Tenerife, 1966


Reanudamos hoy los comentarios de viejas temporadas gallísticas, que habíamos dejado en la de 1965.
La de 1966 fue la gran temporada de Álvaro Tapia. Peleaban el Norte contra San Cristóbal, el Norte contra La Espuela y San Cristóbal contra La Espuela, pero tan solo a la ventaja entre cada contrata, o sea que no era una liga como las que luego se han hecho en Tenerife y en Gran Canaria.
Tapia cuidaba en el Norte, Pablo Amador en San Cristóbal y Domingo Prieto en La Espuela. Tapia le ganó a Domingo por 1 riña y entabló con Pablo, quien a su vez le ganó por 5 a Domingo, y con un capote en la penúltima jornada. Como se ve, fue una temporada equilibrada.
Pablo Amador, pues, tampoco perdió, e incluso tuvo el mérito de ganarle a Tapia en la última jornada por 3-2 y 2 tablas, empatando la contienda. Lo que ocurre es que Tapia se consagró al final, ganándole por mantilla rabona a Julián Castillo, que cuidaba en Triana, y también por mantilla rabona a Pablo, en un día en que se jugaban además la Bolsa.
Las peleas se celebraron en el cine de La Vera, en el Teatro Viana y en el Topham.
Este es el programa de la última jornada entre La Espuela y el Norte. Se proclamó campeón Tapia con “el Che” de José González Pérez (o sea, Pepito el Canario, gran aficionado de La Orotava) y Francisco González Casanova (otro de los clásicos orotavenses de la época). El melado “Napoleón” de los mismos y un gallino de Luis Machado fueron sus otros triunfos. Domingo se consoló con ganarle las tres últimas riñas, pero hay que decir que tuvo este año dos grandes gallos: el colorado de Santiago Peraza (que recordaría años después como uno de los mejores que había preparado) y un giro de Lope Acosta. También habría que nombrar, aunque preparado por Pablo, a un gran bragado de don Eduardo Pérez de Ascanio, que ganó tres riñas.
El Norte se llevó la copa de los puros Peñamil y una caja de champán que donaba la Autoescuela Casanova, y para Tapia fue el Trofeo Marcelino.


Veamos ahora el programa de las peleas entre Triana y el Norte.
El Norte ganó las cinco primeras, entabló la penúltima y solo perdió la última. El mérito de Tapia se acrecienta al tratarse de Julián su contrincante, que le había ganado a Arnoldo en San José nada menos que por 16 riñas. Por esos años, a mi juicio, la calidad de las peleas ya era superior en Tenerife que en Gran Canaria.


Cuatro días después, Tapia logra otra mantilla rabona, y además ganándole la Bolsa a Pablo Amador, que debió partir como favorito. Cerraba así el cuidador chicharrero la que fue tal vez su mejor temporada.

Próximo lunes: los “coroneles” de la liga grancanaria 2013