No ponen el año los programas de jornadas gallísticas impresos en la imprenta del Diario de Avisos. El nombre de Domingo Acosta (“el Perro”) ya nos lleva a las temporadas 56 ó 57, en que él cuidó en Abajo y que fueron las últimas entre los históricos partidos.
Se trata de la temporada de 1957, por tanto la última de todas. Hasta 1973 no volvería a haber dos partidos en la capital palmera, la Guerra y la Nueva, que llegan a nuestros días.
Francisco Acosta González no es otro que “el Tullido”, quien cuatro años después incluso cuidaría en Los Llanos.
Solimar Pérez García es el hijo del “Foño”. Dado que el Diario de Avisos pone como cuidador de Arriba, a principio de temporada, a Baldomero Rodríguez Espinosa, suponemos que este fue sustituido por Solimar. Su ayudante es el hijo de Antonio Benítez “Salud”, quien había sido corredor de Pancho y cuidaría esporádicamente en las décadas siguientes.
Esta jornada acabó 3-3, y la ventaja final de Abajo sería de 6 riñas La temporada constó de 13 jornadas y no fue de mucha calidad, apuntándose cierta decadencia. Da la impresión de que había muy buenos gallos, pero floja cuida, más si pensamos que poco antes había estado en Abajo nada menos que Pepe Palmero, y ante él cuidadores como “el Boyero” y “el Artillero”. Se dio una riña que superó la hora, no sabemos si lográndose ese día un triste récord.
En un comentario de “Olem”, leemos: “Punto y aparte merece el esfuerzo que realizan para sostener este deporte por el partido de Arriba los señores García Cejas y Duque Pérez, entre otros, y por Abajo el señor Ramos Ferraz y don Silvestre Carrillo, gracias al cual se celebraron las peleas en esta ciudad, y a quien todos agradecemos su actuación desinteresada en este deporte”. En efecto, don Silvestre Carrillo no solo apoyaba al partido de Abajo, sino las peleas en su conjunto. Acabó hartándose de los aficionados ruines que siempre hay, y así terminaron las legendarias contratas entre estos partidos.
Este año volvió a pelear, por Abajo, el “Fanega”, un gallino extraordinario de Isidro Acosta que había debutado dos años antes con Pepe Palmero. Ese gallo era hijo del célebre “Asturiano” de Ramos Ferraz. Un hermano suyo (gallino melado que parecía una pintura) lo pelearía Pancho al año siguiente en La Espuela, y de él saldrían los “fanegas” de don Ángel Benítez de Lugo, entre ellos “el Ramblero”. Por otra parte, de otro hijo del “Asturiano” que le mandó Ramos Ferraz a Domingo Hernández Luis (el padre de Argeo) saldría su legión de grandes gallinos. Y no queda ahí la cosa, ya que alguien le mandó a Domingo Prieto, que cuidaba en Triana, otro hijo del segundo “Fanega”, con el que castearía don Pedro García Arocena, sacando verdaderos fenómenos.
Abajo contó de nuevo con muchos y muy buenos gallos de Ramos Ferraz. La pelea del día la protagonizó su giro de tres riñas, ganándole al gran colorado de dos de Francisco Duque.
Por Arriba hay que destacar al giro de los señores Govante y Hernández, que se hizo con su cuarta pelea.
No tenemos muchos programas de aquellos años en Santa Cruz de La Palma, por lo que agradecemos especialmente al buen aficionado que nos atrapó esta imagen en la maraña de la Red.