Afectuosamente se lo conoce por Pedrito, pero el diminutivo no debe engañar: se trata, ya sin duda alguna, de uno de los grandes cuidadores con que cuenta actualmente Canarias, aliando juventud y experiencia, seriedad y entusiasmo.
Hace unos años se enfrentó en la capital palmera a Quico Acosta, perdiendo pero en grandes peleas. Ahora se tomó allí mismo la revancha, y en cierto modo se consagró, ante el mejor de nuestros cuidadores.
Como ha ocurrido siempre, Pedro Pérez se forjó con los maestros. Fue ayudante de Roberto, de Toño y del propio Quico. Curiosamente debutó, en 1998, ganándole a Roberto, como en seguida haría con “el Pichón” y con Añón. Tras enfrentarse a Quico, le ganaría en El Paso a La Lucha y en Los Llanos a Tazacorte. El historial de Pedrito ya es espectacular.
Su nombre, además, coincide con el de uno de los mayores cuidadores canarios de todos los tiempos, y quizás el más grande que ha dado La Palma: Pedro Pérez “el Foño”. Para estar a su altura solo precisa de constancia, ya que “el Foño” era de los que no dejaba nunca ni de cuidar ni de aprender.
Vemos en esta foto a Pedro con su preciosa caja artesanal de espuelas artesanales (que desgraciadamente, como van las cosas, pronto será de museo).