viernes, 2 de julio de 2010

Una entrevista a Francisco Falcón

Fernando Ojeda

Paco Falcón es también conocido como “El Pollo de Arucas”, pero más que pollo es un gallo con muchas peleas a sus espaldas. Sus mayores logros se registran en Tenerife y como nadie es profeta en su tierra, él no iba a ser menos. A sus 57 años es un memorión que nos recuerda la historia de los gallos en Gran Canaria y Tenerife.

¿Cuándo empezaste en los gallos?

Desde niño. A los trece años empecé con Luis Guerra y después con Alejo Yánez en la casa pico de Don José Hernández López. También estuvo conmigo Adolfo Santana “el Pichón”.

¿Conociste al gran José Villegas?

De toda mi vida. Él criaba los gallos en la finca donde yo nací, pero también soltaba gallos en el sur, en el puente de Tamaraceite, y se podría decir que en toda la isla. Recuerdo que cuando venía del sur el coche lo traía repleto de gallos bien colocaditos.

¿Cuál fue tu primer partido?

La Unión, que estaba en el puente de Tenoya a mano derecha. Empecé con Antonio Salud primero, después con Quico Pérez.

En 1977 sustituiste a Marcos Melián en Las Palmas.

Sí. Faltaban cinco domingos para terminar la temporada y me llamaron para pelear contra Quico Pérez, que estaba en Arucas.

¿Cuál fue tu primera victoria?

En Arucas, que ganó por primera vez la liguilla con gallos de Domingo Díaz, en particular un “cola larga” y “el Pelusín”, ambos gallos con cuatro peleas.

En 1980 cuidaste con “El Moño” en Arucas ganando. ¿Cómo era?

Era una gran persona, pero muy bruto, porque no cogía los gallos con delicadeza.

En 1982 fuiste para Tenerife y ganaste por cuarenta y cinco riñas de ventaja a Jorge Benítez.

Y no saqué más porque no quise (–Ríe–). Tuve muy buenos gallos, sobre todo de Luis Machado, Manuel de León y Peña Las Arenas.

Luego estuviste una temporada sin cuidar.

Sí, porque me volvieron loco Ramírez y Machín, que en paz descanse, para que cuidara en Arucas, aunque yo me quería quedar en Tenerife.

En 1983 la temporada entre El Norte y La Espuela se suspendió.

Sí. El último viernes de casada Pablo Amador no se presentó pero fue una temporada de las más bonitas que se han visto en Tenerife, con buenas peleas y mucho público.


En 1984 peleaste contra Garachico. ¿Cómo fue?

Le saqué veintidós peleas de ventaja, si no recuerdo mal. Carmelo Acosta era el cuidador de Garachico.

En 1985 volviste a ganarle a La Espuela.

Efectivamente y mi principal puntal del partido Norte fue Luis Machado, con unos gallos terribles, como el “colorado Rosa” que subió seis veces a la valla, un melado y un canabuey de seis peleas que nunca lo llegué a curar porque no hacía falta y dio unos hijos de mucho cuidado.

En 1987 le ganaste a Lilo.

Sí, Lilo venía de cuidar en Garachico y le saqué veinte riñas de ventaja.

En 1989 sustituiste a Pablo Amador. ¿Qué puedes decirnos de él?

Era un hombre trabajador, conocedor de gallos al máximo. Lo que era un fósforo en el buen sentido de la palabra, recuerdo que una vez que iba perdiendo cogió el alcohol de la valla y lo vertió en el centro de la misma y decía: si no hay alcohol aquí no se pelea y había que ir a buscar alcohol donde fuera.

En 1990 vuelves a ganar en el Norte. ¿Qué casteadores considerabas de aquella época?

A Luis Machado a Manuel León y a Víctor Barreto, que sacó el “pata-bomba”, que peleó nueve veces.

En 2006 volviste a Arucas ganándole a Arnoldo Pérez.

Estuvo bien, gracias a los gallos de Juan “el Mopa”, porque casi me vi sin gallos.

Ya en el 2007 sacaste la mejor de tus puntuaciones concretamente veintiocho de ventaja sin haber sido batido hasta la duodécima jornada. ¿Cómo se consigue esto?

Porque mis principales puntales fueron Juan “el Mopa” con sus melados y Quico Pérez con sus colorados, que fueron los mejores casteadores.

En la temporada de 2009 estuviste en Teguise.

Había cogido la temporada casi a mitad de temporada y Teguise iba perdiendo, y fue muy difícil volver a recuperar. Me acuerdo de los casteadores Aureliano Negrín, Agapito, Juan “el Mopa” y Juan Pedro.

¿Qué cualidades tiene que tener un buen gallero?

Cada maestrillo con su librillo y hay que trabajar los gallos y yo siempre he dicho una cosa: el reloj es el pico del gallo.

¿Has casteado?

No, pero siempre he recomendado ligas.

¿Espuelas naturales o plásticas?

Naturales, claro está. Ya tuve problemas en Tenerife con las espuelas.

¿Qué casteadores destacarías en la actualidad?

Te voy a nombrar unos cuantos porque hay más: a Juan “el Mopa”, a Peña El Rincón y a Juan Díaz.

¿La forma en que se compite en el Campeonato Regional te gusta?

Esto de ahora no se puede llamar Campeonato. Es un torneo normal y corriente, antes era mejor, no cabe duda.

¿Y la Federación?

Nada, en vez de ir para adelante vamos para atrás, en vez de unirnos cada día nos separamos más.

Un gallero: Quico Acosta.
Un casteador: Luis Machado.
Un gallo: “El pata-bomba” de Víctor Barreto.
Un color: El colorado.
Un recuerdo: Los maravillosos años que estuve en Tenerife.
Una anécdota: Recuerdo cuando estaba en la gallera La Unión. Yo estaba trabajando en un estanque de Pedro Cárdenes y me llamó Nicolás Díaz para hacer las casadas contra Arucas. Yo le pedí permiso a Pedro Cárdenes y me lo dio. Las casadas en Arucas se hacían en el Terrero y había un bar antes de entrar en la casa de gallos de Arucas. El gallero de Arucas era Domingo “El Boyero” y nosotros llegamos primero que él. Cuando entró por la puerta Nicolás le dijo: “Dominguito, prepárese porque el domingo le vamos hacer un capote”, y él contestó: “Si lo haces bien y me gusta, bienvenido sea”. Y resultó que el capote nos lo dio el a nosotros.

Persona simpática, amable, conocedor de gallos, Paco Falcón sigue estando al pie del cañón, esperando que alguien llame para prestar sus servicios al frente de una casa de gallos. Esperemos que lo volvamos a ver la próxima temporada 2010-2011 subido a la valla.