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| Roberto Acosta y Antonio Montesdeoca |
Establecido en Güímar, pero de orígenes palmeros, Roberto Acosta fue uno de los mejores amigos gallísticos que tuve en la isla de Tenerife. No solo era casteador, habitualmente con buenos gallos, sino soltador, habiendo cumplido esa labor ya en los partidos de Los Llanos y Argual. Encerró en el partido güimarero, ya que vivía en esa ciudad sureña de Tenerife desde principios de los años 70, pero también, posteriormente en La Espuela (cuyos gallos también soltó) y en Gáldar-Tafira, a partir de los lazos de amistad que estableció con los aficionados del bravo partido de Bolaños cuando este venía a pelear con Güímar. En la foto con que encabezamos este sencillo homenaje lo vemos ostentando un trofeo con otro de los motores de la afición galdense, Antonio Montesdeoca.
Aparte los buenos gallos que le vismo pelear a Roberto Acosta (en sus años güimareros a nombre de Roberto y Chago), quiero celebrar aquí el buen trato que tenía. Daba gusto hablar con él de gallos y oírlo comentar las peleas y valorar los gallos que habían subido a la valla. Saludaba con efusión y tenía un buen sentido del humor. Es otro de los aficionados que han engrandecido el mundo de los gallos a lo largo de estas últimas décadas, y como tal merece ser recordado.
