martes, 8 de junio de 2021

Salvador Dorta, homenajeado

Salvador Dorta (Foto: Nicolás Lezcano)

Un grupo de buenos aficionados homenajeó el pasado sábado, en Los Silos, a Salvador Dorta.

Homenaje más que merecido, siendo una pena que, dadas las circunstancias, no haya tenido lugar en un entorno con público de todas las islas, ya que Salvador Dorta ha sido un emblema de la gallística canaria en todas y cada una de las cuatro islas donde la afición se ha mantenido durante siglos, dejando grandes amigos en todas.

En primer lugar hemos de resaltar el tesón y el corazón con que ha impulsado las actividades gallísticas insulares durante décadas, participando en infinidad de torneos y campeonatos, y a la vez su presencia en numerosas ocasiones para defender con palabra siempre acertada nuestra noble tradición de los ataques de los ignaros y los malignos.

En segundo lugar, Salvador Dorta ha sacado siempre buenos gallos, peleados sobre todo en el partido Norte. Yo recuerdo no pocos de ellos, pero sobre todo, por la especial significación de su pelea, el colorado que le dio el triunfo a Tenerife en el VIII Campeonato Regional. Se enfrentaban La Palma y Tenerife en la final, e iba ganando Tenerife por 3-2 y una tabla. Aunque su gallo venía con el peso oficial de 3.9, no llegaba a ese peso. Salió como un torpedo y apabulló al melado de F. F. (gallera Guerra). Realmente es una de esas peleas ganadas al minuto, pero, con la emoción por lo decisiva que era, La Palma mantuvo hasta los cinco su gallo, que salió acribillado y nunca tuvo opciones. Este gallo venía preparado por Toño “el Rebotallo”, quien, al igual que Quico los suyos de Los Llanos, llevó los gallos del Norte como campanas.

En tercer lugar, y por último, queremos homenajear aquí también la excelente calidad humana de Salvador Dorta. Nunca le vi una mala cara, nunca lo conocí mal dispuesto, sino, al contrario, siempre sonriente y entusiasta, apreciador de los gallos buenos fueran del bando que fueran y amigo de sus amigos y de todos los que se le acercaran. Un verdadero señor de los gallos, recto y cordial.

A veces podrá pensarse que me desvivo en elogios hacia muchos de los aficionados a los gallos. Pero cuando repaso los cientos de fotos que hice durante tantos años y veo tantos rostros, muchos de ellos ya en la tierra de la verdad, pienso que esta era la mejor afición del mundo, llena de seres iluminados, generosos y de fuerte, distintiva personalidad en medio de un mundo grisáceo, donde además la moral y la decencia suelen andar por los suelos. Y no se olvide que yo nunca fui casteador de gallos (incluso no creo que haya sostenido un gallo en mis manos más de tres o cuatro veces), sino un simple curioso a quien acabaron fascinando tanto esta afición insólita como sus gentes incomparables. Salvador Dorta es para mí, en ese concierto de memorias, una de las presencias permanentes.

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Abro esta galería de fotos con estas dos del campeonato de casteadores celebrado en Tenerife el año 2006, del que resultaron vencedores los Hermanos Negrín y Salvador Dorta. Sobre la valla aparece Salvador entre Aureliano y Domingo Negrín; al centro, Alfredo Martin, y a la derecha Ventura Sanjuán y Tato Reyes, de La Espuela y Güímar respectivamente. La segunda foto se enriquece con la presencia de más aficionados; entre los que recuerdo sus nombres están Eduardo Pérez Ascanio, Nemesio Cabrera, Eduardo Fernández de la Puente, Emilio de la Cruz, Cecilio Acevedo, Iván Darias, Valerón, Rogelio Reyes, Víctor Nieves, Palmerito, Julio Castellano (hijo) y Tomás Luis.




En esta ocasión, Salvador Dorta levanta el trofeo de uno de los campeonatos celebrados en la capital de La Palma y que animaba Francisco Martín Cabrera (“Pancho”), quien aparece aplaudiendo. En la segunda foto, Salvador está situado entre Cecilio Acevedo y Carlos Manis, y sentado delante de ellos aparece Mario José Robles, clásico ayudante del Norte.



Aunque esta foto ya la he publicado, siempre es bueno recordarla, ya que resucita uno de aquellos grandes momentos que se pasaron en la gallera de Santa Úrsula, con un grupo de aficionados formidables, no pocos ya desaparecidos. Son las pechas navideñas de la temporada 2001-2002 y están presentes Palmerito, Felipe Pico Viejo, Platero, don Cecilio Acevedo y sus dos hijos, Juan Díaz y su hijo, Suso Yánez (cuidador entonces, con camisa roja), Salvador Hernández, Cesáreo Cáceres ("Sarín"), Antonio el Calvo, Felipe Reyes... y Salvador Dorta.


Esta foto debo haberla sacado en la gallera de El Boquerón, ubicada en la fantástica propiedad de Juan Fuentes Tabares, que allí disfrutaba con los amigos. Al fondo, Víctor Nieves (“el Chamo”), que fue su cuidador algunas temporadas, y el casteador y soltador Manuel Espejo, otro de los grandes aficionados de siempre.

Otra reunión de amigos, en la finca tejinera de Eduardo Pérez Ascanio, con Pedro Cabrera, Salvador Hernández, Alfredo Martín y Juan Fuentes Tabares.



Y por último nos trasladamos a una de las galleras que tuvo el Norte después de la canallada de Santa Úrsula. Quedaba cerca del Puerto de la Madera, en una zona rodeada de plataneras. Reconozco a algunos aficionados: el venezolano Asdrúbal Tineo, Pedro Cabrera, Antonio Miguel, Nicolás Lezcano, Cheché, Menoti... De pie, en el ala derecha, tres muy queridos cuidadores: Florencio Hernández (“Fisio”), Carmelo Acosta y Antonio Galapún, quien por cierto llevaría por algunos años los gallos de Salvador Dorta. Esta foto parece también un homenaje ya que es Salvador quien, en posición central, es el único que ostenta un gallito (precioso) en la mano.