Polémica

El presidente del partido Sur de Gran Canaria, Miguel Rodríguez Santos, nos remite esta carta a “Pico y Espuela”, que a renglón seguido responde nuestro colaborador. A ambos les agradecemos su intervención.

Estimado Pepín:
En tus declaraciones de ayer domingo con respecto a nuestro gallo de 5 peleas, he de decir que fue debido a un inocente error de nuestro partidario y amigo Juan Carmelo Benítez (“Juanca”), queriendo agradecer a un compañero, Rubén Suárez Brito (“el Bocata”), el trabajar codo a codo con él durante la temporada, sin ánimo de adulterar clasificación de casteadores ni gallos más peleados. No obstante, nuestro gallo, con cuatro peleas, también hubiera sido campeón por tiempo. Aun así, y dando mi palabra de honor que se trata del mismo gallo, cinco veces peleado, estamos dispuestos, si les hace ilusión, a devolverles su trofeo de gallo con más peleas.
Aprovecho para recordar que en ocasiones anteriores te has referido a la tardanza del comienzo de las riñas, siendo el partido de Telde quien más tarde llega los sábados, circunstancia que no mencionas. Tu gallero ha apostado en repetidas ocasiones desde la valla y desde su asiento, algo a mi juicio bastante más grave que lo que nos acusas.
Lamento que sea desde este medio por el que tenga que contestarte, pero no nos das otra opción, ya que podías haberlo dicho en persona el sábado, y no por este medio. Con respecto a declaraciones anteriores, sobre si el público grita, te recuerdo que es este mismo público, tanto del Sur como de los Llanos de Telde, el que colabora en un 80% en la taquilla de cada sábado, siendo imposible la manutención de las Casas de Gallos en Gran Canaria sin su asistencia. Sin más, y esperando entiendas el motivo por el que me dirijo a ti, te saluda atentamente,
Miguel Rodríguez Santos.

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Agradezco que me mandes tu comentario a través de la página gallística con mucho respeto y exponiendo tus razones.
En contestación a la misma, te informo que:
1º. Admito el error del Sr. Juan Carmelo Benítez “Juanca”.
2º. El Gallo de 4 peleas no hubiera sido campeón por tiempo, porque había un gallo de 4 peleas ganadas y una tabla.
3º. De las tardanzas en el comienzo de las peleas, la gallera del Sur y Telde se habían retrasado alguna vez, por lo cual yo no estaba de acuerdo con ninguna de las dos, ni el respetable tampoco. A los de Telde yo les llamé la atención, a los del Sur yo no podía hacerlo, porque para eso estabas tú, que eres el responsable de ellos.
4º. El gallero de Telde apostó una vez desde la silla. Alguien me lo comentó y lo llamé al orden, me pidió perdón y me dijo que nunca más lo haría.
5º. El sábado pasado yo les agradecía a todos los espectadores su asistencia y que gracias a ellos se mantenían las casas de gallos, lo mismo que tú me estás diciendo en tu escrito. Si tú vistes mi comentario en la página, les daba un diez por su asistencia, y también por megafonía el pasado sábado, por lo cual todos me aplaudieron.
6º. De los gritos de las peleas que yo comenté en una ocasión, no toque más ese tema. Tampoco tú tienes la culpa de los gritos que ellos ocasionan, porque tú no estás en los cuerpos de ellos. Tampoco puedes entonar el mea culpa por lo que ellos hagan, nunca te dije nada sobre este asunto.
7º. Referente a lo que me dices de que el sábado lo podía haber dicho en persona, te informo que ese día no me percaté de esa anomalía, y fue cuando llegue a mi casa, al ver los programas, que me di cuenta del error y vi que el “Bocata” no tenía gallos de cuatro peleas. Si este gallo era de Los Ranchis y hubiera perdido, en vez de 23 puntos solo hubiera tenido 21, y no, como figura en la clasificación de casteadores, 23.
8º. No queremos en absoluto que devuelvan el trofeo ni nada por el estilo. Una vez subsanado el error que mencionas en tu comentario, solo queremos que las cosas de los gallos sean lo más cristalinas posible, y eso es lo que yo busco: una total transparencia.
Yo te considero, Miguel, una persona seria y honesta en esto de los gallos y te respeto mucho.
9º. Queda totalmente cerrado este incidente, debido a que fue un error involuntario por parte de ustedes.
Sin otro particular, aprovecho la ocasión, para saludarte.
Muy atentamente,
Pepín.