miércoles, 16 de noviembre de 2011

Un artículo de 1945 en “Canarias Deportiva”


Hemos encontrado este artículo hace poco tiempo. Por su gran interés histórico, merece conocerse.
Va dedicado a don Luis Guedes Caballero y a don Manuel Bravo de Laguna, el primero un gran aficionado joselito por esta época y el segundo quizás hijo del Manuel Bravo de Laguna que fue uno de los casteadores clásicos en Gran Canaria a fines del XIX y principios del XX. Manuel Bravo de Laguna aparece con grandes gallos en los años 40 en San José y luego en los 60 en Triana.
Algo exagerado parece lo que dice D. Güello sobre la duración de las peleas en los tiempos antiguos, pero sin duda que alguna base tendrá. El cambio debió producirse con la mejora en las espuelas, progreso que se debió a la presencia cubana.
De los gallos que nombra, unos conocemos y otros no. Una buena noticia es encontrarnos con la primera referencia periodística a Isidro Acedo, nombre que solo conocíamos por el artículo del archivero-bibliotecario del Ayuntamiento de Guía, Sergio Aguiar Castellano, aparecido en el periódico digital InfoNorte el 11 de septiembre de 2006. En él se nos transcribe una correspondencia sobre gallos de este aficionado, que era “uno de los hombres más ricos de la comarca de la época”; estamos en 1880. En el DGC habría que abrirle una entrada a Isidoro Acedo, nombrando su procedencia de Guía, esta correspondencia y el Atorrado.
Don Cristóbal Quevedo sí está en el DGC, tratándose de un notable médico de la época, que incluso creó un partido en 1900, peleando con San José (gallos suyos se enfrentaron a los del poeta Domingo Rivero). Tuvo un célebre colorado, al que hay que sumar ahora este gallino negro.
Don Nicolás Lezcano, espejo de aficionados, tuvo infinidad de gallos extraordinarios, y entre ellos conocíamos al Pata Rota, pero no a este giro verde. No debe tratarse del que, en 1908, perdió ante el célebre Canabuey del Droguero, pero sí pudiera ser el giro que en 1899 tumbó al Alas Blancas de Francisco Manrique de Lara. Giro Verde fue uno de los seudónimos periodísticos de Pedro Cárdenes, quizás en homenaje al gallo de Lezcano.
Otra buena noticia es poder sumar otro nombre a la lista de aficionados poetas: Esteban Gil. Ni a él ni a Roque Hidalgo teníamos registrados en nuestros archivos, aunque bien pueden estar en alguna lista de peleas reseñada en la prensa.
A la altura de don Nicolás Lezcano se encontraba el ya citado don Francisco Manrique de Lara. El Alas Blancas era uno de sus “pardos”, de los que ahora se nos dice que los mejores fueron Melchor, Gaspar y Baltasar. Por otras informaciones teníamos que Melchor, Gaspar y Baltasar no eran de la raza de los “pardos” sino de la de los “tigres”, pero no importa mucho, ya que ambas castas eran del mismo Francisco Manrique.
¡Qué tres nombres! Una vez más nos recuerdan que la afición gallística canaria ha estado llena de vitalidad y de buen humor.
Agustín Alvarado y el Brujo son grandes cuidadores antiguos. A Alvarado lo tenemos registrado en 1875 en el partido de San Agustín, en 1899 y 1900 en el de San José y en 1903 en el de San Juan. Este último año se enfrentó precisamente al Brujo, mítico cuidador palmero que estuvo en San José los años 1900, 1903 y 1904, pero que había estado ya en Las Palmas, precisamente en la gallera de Francisco Manrique, preparándole el primero de sus “bobos”, otra casta tan extraordinaria como la de los “pardos” y los “tigres”. Como se ve, Francisco Manrique, como podía ser don Saturnino en Tazacorte, sacaba no ya grandes gallos sino grandes castas.
También se nos aparece un nombre nuevo: Juan de León y Joven, cuñado de Francisco Manrique. En cambio, sí tenemos referencias de Salvador Castellano, gran aficionado a principio del siglo XX, peleando sus gallos o los de Las Palmas contra Arucas. Ahora se nos añade el dato de que entre sus gallos descollaron los “pájaros canarios”. (Por cierto que ha habido grandes aficionados a los gallos y a la vez a los pájaros, como don Gregorio León, Pablo Amador, Adolfo Santana, Palmerito II.)
Más nombres bien conocidos: Cayetano Arocena, Jacinto Bravo, Rafael Ponce, Tomás Delgado, Pacorrito, Adolfito. Novedades: el gallino y los “mocosos” de Guía, gallo y casta al parecer famosas, que merecen pues ser nombradas en la ya rica entrada de Guía de Gran Canaria.
D. Güello, que quizás sea Pedro Cárdenes, acaba recordando a los fantásticos “cabezaperros” que en los años 30 preparó el Músico. Gallos de mucha espuela, en efecto, que ganaban rápido, aunque también en la época “aristocrática” se daban, por supuesto, las peleas fulgurantes, pues de ello tenemos abundantes testimonios.