viernes, 21 de octubre de 2011

Segunda carta de Araña y Bordes a Francisco Dorta




Esta segunda carta de José Araña y Armando Bordes a Pancho el Músico vuelve a mostrar la gran afición que había en la ciudad de Las Palmas, y el empeño de los casteadores por sacar buenos gallos.
Como en la carta anterior y en la de Pepe Palmero, se plasman los conflictos de aquel año, aunque al final serían solventados. Más interesantes son las referencias a los casteos, que empiezan hablando de Guillermo Soto, gran aficionado tinerfeño especialista en gallos de casteo.
El “camarada López” era otro de los componentes de la Peña El Cuarteto, o sea uno de los socios de Araña y Bordes, de quien era chófer. Se lo recuerda como persona muy afable y educada. Sus amigos ironizan aquí de él, como de los “madrugones” en lo que es la parte más sabrosa de la carta.
José Rodríguez Tascón es otro aficionado grancanario, que tuvo algunos buenos gallos, aunque a su nombre, o sea no como casteador, a no ser que se trate del cuarto miembro del componente, que se llamaba José (¿o es el Pepito Rodríguez nombrado más atrás?).
El colorado de Manuel Marrero, campeón de la temporada, era un gallo extraordinario, de raza toscón y medio-loco. Véase cómo, pese a ser de San José, Araña y Bordes esperan hacerse con algunos hijos suyos.
En una carta del 23 de diciembre, don Federico León Santanach le dirá a Pancho: "Como Vd. ya sabe, el partido de Triana se disolvió cuando los líos con San José, no existiendo por lo tanto, para efectos oficiales, dicho partido. Ahora bien, como los partidarios que componíamos dicho partido éramos buenos aficionados al deporte gallístico, y previniendo algún arreglo de última hora (como siempre ha sucedido) con San José, no nos disolvimos moralmente, sino siempre esperando el tan deseado arreglo, como así sucedió. El partido de San José pensó bien las descabelladas proposiciones que hizo al partido de Triana y vio que eran completamente absurdas, por lo que decidieron reunir al partido. En dicha reunión acordaron darle un voto de confianza a don Juan Domínguez y don José Juan Mejías, que fueron a dar con don Gregorio León”.
La carta está incompleta, pero como sabemos las cosas se resolvieron y volvió a darse otra gran temporada entre el Músico y el Picador.