miércoles, 17 de agosto de 2011

Arrecife, 27 de abril de 1952




Estamos en la época clásica de las peleas de gallos en Lanzarote, cuando pelearon todos los gallos míticos: años 40 y 50. Lo bueno, si breve, dos veces bueno, y aquí en seis o siete jornadas subían a la valla gallos de fantasía, en medio de una emoción a raudales.
Las peleas se celebraban en el Círculo Mercantil, y la temporada duró este año 7 jornadas, con dos grandes galleros grancanarios al mando respectivo de los partidos Norte y Sur: Juan Jorge y Alejo Yánez. Alejo recuerda hoy perfectamente estas siete peleas, y en especial los dos pollos que le ganaron por tercera vez, en la segunda y la sexta. Y es que Alejo ha sido uno de los pocos cuidadores que han sabido preparar para la pelea a los pollos, una labor en verdad dificultosa y que requiere unas cualidades especiales.
Más que comentar estas peleas, hemos preferido reproducir la crónica de ese gran periodista que fue Guillermo Topham, “Guito”. La crónica apareció en el periódico de Las Palmas Canarias Deportiva, y además lleva al final una entrevista con el Maestro Alejo, quien muestra su gratitud hacia quienes lo han ayudado, con esa afabilidad y carácter maravilloso que todos le conocemos.
Lo único que hay que corregir es que el giro de don Rafael O’Shanahan, que no es otro que el terrible “Barco de Guerra”, peleó en San José, temporada de 1939, y no en Triana. Sí es cierto que ganó tres riñas consecutivas, como hace ahora el colorado de Alejo (realmente un colorado melado), pero con el valor añadido para este de ser solo un pollo y haberse enfrentado a tres gallos hechos y derechos. Nos informa Alejo que este pollo no era tinerfeño, sino del gran don Ramón Rodríguez, de Las Palmas.
La jornada se presentaba al rojo vivo, ya que el Sur solo llevaba una riña. Al ganar por 5-2, se proclamaba partido campeón, por 4 de ventaja. Alejo cantó el alirón en la quinta, con el giro de Vicente Alcalá
Mención especial merece el gran giro sureño de don Rafael Ramírez, casteador extraordinario. Ganó por quinta vez, y además se despachó al célebre “Sportman”, que nos dice Alejo no era casteado por él, sino por don José Villegas.
Alejo, con su memoria inoxidable, recuerda muy bien a la mayoría de los aficionados que aparecen en el programa: don Francisco Perdomo Espínola, el médico; don Andrés Cabrera Velázquez, el juez, y su hermano don Víctor; don Abelardo Fernández, practicante de Arrecife en San Bartolomé; don Rafael Ramírez, que tenía un depósito de gasolina y suegro de otro aficionado inolvidable, don Jesús López Socas; don Aquilino Fernández, que tenía una panadería y era para Alejo otra bellísima persona; don José Reguera, de Teguise, un artista haciendo espuelas; etc.
El ayudante de Alejo no era otro que Pedro Hernández, su cuñado y luego él mismo un fino cuidador, desaparecido hace unos pocos meses en la ciudad de Las Palmas.