miércoles, 20 de julio de 2011

Santa Cruz de Tenerife, 1929

Gran afición había en la capital tinerfeña por estos años. “Pola Vieja”, o sea José Amador, padre del segundo “Pola Vieja”, o sea Pablo Amador, cuidaba en La Orotava y Pancho “el Músico” en La Espuela. La gran ventaja de este –19 riñas al final de temporada– no obstó a que la expectación se mantuviera, y aquí vemos el anuncio de una jornada en plena prensa.
Más curioso aún es este delicioso anuncio publicitario que apareció en “La Tarde”: “¡Aficionados! Para gozar unas buenas peleas de gallos, aprovechad la ocasión e id a almorzar antes al Restaurante Aguamansa, que se encuentra a mil metros de altura, donde siempre hay las ricas y acreditadas natillas, especialidad de este establecimiento. Para encargos: Hotel Suizo. Teléfono 163. Orotava”. El Hotel Suizo, en la calle Calvario, era una instituición villera desde principios de siglo.
Como hasta hace unos pocos años, era pues un rito que la afición de la capital, al visitar el Valle de La Orotava para las peleas, combinara la jornada con una buena comilona en las tierras norteñas, regadas, claro está, con su buen vino.