miércoles, 8 de junio de 2011

X Torneo "Pollo de Oro"




Gallino Negro

Alrededor de cuatrocientos aficionados y sesenta casteadores de Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife y La Palma se dieron cita los pasados días 4 y 5 de Junio en el Complejo Agroindustrial de Teguise, Lanzarote, donde la gallera residente organizó, con la eficiencia acostumbrada, el X Torneo “Pollo de Oro”, en el que compitieron 182 combatientes de menos de dieciséis meses.
Una vez más se evidenció la supremacía palmera. Destacaron pollos como los de El Tanque, Hnos. Elvira, Los Pescadores, Lope Acosta, Antonio y Juvenal, Daniel y María, Los Amigos, Toño y Jonathan Hernández, Bando Los Perros o Samuel Mateo, pero también tinerfeños de Finca Gomar, el Norte, Salvador Dorta, Las Lajas, Alfonso Oval o Garachico; grancanarios de Manuel Acosta Lorenzo, Cuba Nostálgica, Majo y Limpio o Amigos de Graci; y de La Geria o Francisco Angulo, de Lanzarote.
Se peleó con espuelas plásticas de 40 mm., un tamaño que, a nuestro parecer, sólo beneficia a los animales de gran envergadura: peleadores que se mostraron heridores en el primer tercio de riña, dejaban de ser efectivos en el transcurso de la campaña.
Hubo de todo, riñas buenas y malas; la mejor, sin duda, la de un colorado de Peña El Tanque y un giro de Hermanos Elvira, al que, tras un tiro a tiro de indescriptible efectividad, aquel ganó, remachando en 3:17 minutos, privándole así de un puesto entre los tres primeros de la clasificación, que quedó de esta manera:
1º. Manuel Acosta Lorenzo, de Gran Canaria, con 6 puntos y un tiempo de 7:33 minutos.
2º. Peña El Tanque, de La Palma, con 6 puntos y un tiempo de 9:26 minutos.
3º. La Geria, de Lanzarote, con 6 puntos y un tiempo de 10:30 minutos.
El pollo más rápido fue un giro de Hnos. Elvira, que ganó en 0:29 minutos.
El ganador de la décima edición de este prestigioso torneo, Manuel Acosta Lorenzo, es un joven casteador grancanario, de ascendencia palmera, que actualmente preside Los Llanos de Telde, partido ganador de la liguilla insular, donde, además, ganó el trofeo como mejor casteador.
Mención especial merece el casteador tinerfeño Ramón Pérez (Finca Gomar) que, limitado de medios y preparando él mismo sus pollos, logró un honroso octavo puesto en la clasificación, tras los hegemónicos palmeros.

*
En Teguise nos atendió Pedro Carlos Chacón, presidente del partido, persona amigable y comunicativa, que aboga por la armonía entre los socios como elemento esencial en el buen funcionamiento de su entidad. La casa de gallos de Teguise funciona no solo como gallera, sino como una sociedad recreativa (se paga una cuota anual de 60 €) y celebran todo tipo de eventos: comidas, fiestas, partidas de cartas y dominó...
Tras el torneo, nos mostró las instalaciones de la gallera, verlo para creerlo: ubicada en plena Villa, en un terreno de 15.000 metros cuadrados, el edificio se construyó expresamente para su función; consta de apartamentos para cuidador y ayudante, patio soleado, patio con sombra, gallineros de suelo blando y suelo duro, salón de valla, salón dormitorio para los gallos, enfermería, cocina, tres apartados inmensos, revolcaderos interiores, exteriores, 200 gallineros (bajo techo y exteriores) con aspersión centralizada, en los que el casteador que lo desee puede castear o criar sus gallos, plantación de alfalfa, oficina, salón de reuniones, terraza, máquina expendedora de refrescos, parquin... Además, las relaciones con la administración son cordiales, de hecho, el trofeo al ganador lo entregó el alcalde del municipio.
Del extinto partido de Arrecife tuvimos ocasión de hablar con Aureliano Negrín, una institución en el ambiente gallístico conejero, que se encargó de atender a los casteadores foráneos que dejaron en la gallera los pollos para el torneo. Y con Agustín Perdomo (“Tino”), otro de los socios del partido, con quien compartimos almuerzo a base de pescado fresco de La Graciosa, y que nos habló del incierto futuro de la entidad.
En Lanzarote, hasta finales de la década de los 90, no se casteaba; se alquilaban los gallos en La Palma; allí peleaba la flor y la nata de los casteos insulares, las siete peleas duraban media hora; por el partido capitalino pasaron los cuidadores mas cotizados de Canarias; los gastos mensuales de la casa de gallos eran de mas de un millón de pesetas…
Pero eso terminó, la situación actual no permite esos gastos y, en este partido, no hay quien castee. Hoy, la casa de gallos de Arrecife, una construcción faraónica hecha ex profeso para la cuida del gallo de pelea, permanece cerrada, en silencio.